Bases para un plan de capacitación
José Gómez
ESPAVE
El uso y manejo de las plantas medicinales por parte de las comunidades locales es milenario; conocimiento que ha sido transmitido de generación en generación garantizando su contribución al bienestar de estas comunidades. Diferentes factores hoy, hacen que esta riqueza cultural y natural se esté erosionando, afectando con ello la posibilidad de prevenir y curar muchas dolencias y enfermedades que se presentan, particularmente en las zonas rurales.
Mientras en otras latitudes es creciente el auge de la medicina natural a base de plantas medicinales, en nuestros campos el promotor rural de salud depende todavía del escaso medicamento que le suministra el hospital o el servicio de salud más cercano.
A pesar de saber que en el patio de su casa se encuentran, cultivadas o silvestres, muchas de las plantas medicinales que sirven para la elaboración de los medicamentos y drogas que él suministra a sus pacientes, se ve imposibilitado para usarlas, debido a que en el plan de formación que recibe, simplemente no son tenidas en cuenta. Por esto es necesario que los planes de formación para promotores rurales de salud incluyan en su contenido el uso y manejo de las plantas medicinales, con el fin de que el promotor, con el recurso al alcance de sus manos, lo utilice en su práctica diaria.
Como punto de partida es necesario identificar las determinantes culturales, ambientales, económicas y religiosas que encierra la salud y el uso de las plantas medicinales dentro de una comunidad en particular, con el fin de no afectar patrones ya establecidos y por el contrario contribuir a la valoración y recuperación de tan importante tradición. El plan general de capacitación establece un recorrido que parte desde los orígenes de las plantas medicinales, usos locales, manejo, hasta la elaboración de fitomedicamentos; temáticamente organizado en cuatro módulos teórico-prácticos, con una intensidad de 32 horas por módulo.
Dentro de este primer módulo se hace necesario afianzar conceptos básicos de botánica, para presentar un recuento histórico del origen y uso de las plantas medicinales a nivel mundial, identificando las de mayor uso local. Aquí se presentan las plantas tóxicas y las plantas autorizadas por el Ministerio de salud.
El segundo módulo lleva a que el promotor y la comunidad establezcan su propio jardín, constituyan los herbarios de referencia y se apropien las principales técnicas de propagación de las plantas medicinales bajo los principios de la agricultura biológica.
El tercer módulo, le permite al promotor aprender las principales técnicas de producción y manejo de las plantas medicinales asociadas a la elaboración de compost, abonos sólidos, líquidos, control y manejo de plagas, para luego abordar aspectos relacionados con el proceso de lavado, desinfección, deshidratado, empaque y almacenamiento.
Este último módulo permite al promotor afianzar conceptos y técnicas sobre las diferentes formas de preparación de las plantas medicinales, desde las más simples hasta las más complejas: baños oculares, inhalaciones, Infusiones, decocciones, extractos, tinturas, vinos, jarabes, pomadas, ungüentos, jabones, aceites, cápsulas, lociones y emulsiones entre otras.
Finalizados los cuatro módulos, cada promotor de salud dota su propio botiquín de plantas medicinales a partir de las reparaciones aprendidas y autorizadas, las cuales deberán estar debidamente rotuladas.
Durante el proceso de capacitación es importante establecer entre las comunidades y el promotor un reglamento que permita definir responsabilidades, alcances y límites con respecto al uso y manejo de las plantas medicinales. Para su formulación es importante tener presente preguntas claves, tales como:
¿De quién será la responsabilidad del establecimiento y cuidado del huerto?
¿La cosecha de las plantas, será comunitaria o exclusividad del promotor?
¿Quién asume los gastos y consigue los materiales para las preparaciones medicinales?
Hoy, cuando existen alarmantes condiciones de pobreza, situaciones de conflicto que impiden el libre acceso a medicamentos en las regiones más apartadas del país, mayores políticas de privatización de la salud y una cobertura pública cada vez más reducida, las plantas medicinales, su preparación, su uso adecuado y responsable, se constituyen en la principal estrategia de seguridad en salud, tanto preventiva como curativa, de las comunidades rurales del país.
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1. Miembro de la Fundación Espavé y capacitador de promotores rurales de salud en plantas medicinales. C.e.: jagomezd@epm.net.co AA. 96397 Medellín Col.
2. "Un 80% de la población mundial depende para la seguridad de su salud de la medicina y las plantas medicinales tradicionales". En Conservación de conocimientos autóctonos, RAFI/PNUD. 1993.
3."Al menos 7000 compuestos de la farmacopea occidental son derivados de plantas". En conservación de conocimientos autóctonos, RAFI/ PNUD. 1993.
4. Las siguientes bases son el resultado de diferentes preparaciones a promotores de salud con énfasis en plantas medicinales impartidos en los últimos años particularmente en la región del Pacífico colombiano.
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