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Del 4 al 5 de junio del presente año, se realizó en Girardota, Antioquia el primer “taller sobre la cría y manejo de animales criollos”, cuyo objetivo principal fue la socialización e intercambio de las experiencias locales en estos temas que están siendo trabajados por comunidades indígenas, campesinas y negras de diferentes regiones de Colombia. En este evento participaron 21 organizaciones de las regiones del Caribe, Pacífico, Zona Cafetera, Oriente Colombiano y Zona Andina Sur, con amplia experiencia en la cría de aves de corral, cerdos, cuyes, carneros, cabras, peces, ganado vacuno y una experiencia de zoocría de chiguiros.
Además del intercambio entre las organizaciones participantes, también fueron importantes otros objetivos que motivaron la convocatoria a este taller; siendo ellos:
ü Avanzar en prácticas de manejo de animales criollos tales como selección de pie de cría, alimentación alternativa , sanidad y manejo en general.
ü Avanzar en la cualificación de líderes, promotores y asesores de las organizaciones indígenas, negras y campesinas sobre aspectos técnicos y metodológicos para la conservación, manejo y producción de razas criollas de animales, como base de la seguridad alimentaria.
ü Resaltar y visibilizar el papel de las mujeres como poseedoras de conocimientos sobre el manejo de animales criollos que hacen parte integral del patio y de la disponibilidad alimentaria de la familia.
El evento tuvo dos momentos: uno el de la socialización de las experiencias de las organizaciones que llevan un trabajo constante, mesurado y práctico en la conservación de las razas criollas y en los métodos de crianza incluyendo el manejo de la sanidad con plantas medicinales y en la alimentación alternativa con recursos locales; y un segundo momento, donde se hicieron importantes aportes de especialistas en temas de razas colombianas de animales de ganado mayor y menor, medicina alternativa con plantas medicinales, homeopatía y nutrición animal.
Nuestros valiosos recursos genéticos locales o criollos están siendo amenazados por la extinción ante el auge de los recursos genéticos mejorados (o desmejorados porque se estrecha su base genética); que si bien son potencialmente más productivos que sus parientes criollos, no poseen las características de resistencia a enfermedades, rusticidad, adaptabilidad y de nutrición con pastos de baja calidad o del rebusque de alimentos, que han adquirido los criollos en su proceso coevolutivo en el transcurso de 500 años de permanencia en estas tierras. Estas características les da ventaja a los animales criollos en condiciones adversas de clima, suelo y manejo que por lo general son las condiciones en las que viven cientos de campesinos, indígenas y negros en el país.
Actualmente la actividad pecuaria comercial se basa en pocas razas mejoradas para producir de forma intensiva carne, leche y huevos.
En las últimas décadas se ha presentado una creciente pérdida de razas criollas en todo el mundo, por la introducción de razas que los investigadores han llamado “mejoradas de alto rendimiento”, aunque en realidad deben llamarse “razas de alta respuesta” a los requerimientos del mercado, puesto que responden bien a cantidades elevadas de insumos y a condiciones reguladas. La producción pecuaria intensiva totalmente dependiente de tecnologías importadas, no es asequible ni sostenible para la mayoría de los agricultores de comunidades indígenas negras y campesinas; debido a que tienen ecosistemas y condiciones muy limitadas.
“La FAO estima que mas del 30% las razas criollas en todo el mundo presenta un proceso crítico de erosión (cada mes se pierden seis razas). En Colombia esta situación es igualmente critica, y no existen programas gubernamentales que busquen la recuperación y conservación de razas criollas, orientados hacia el mejoramiento y manejo de sistemas agroecológicos sustentables.”
Por lo anterior, las especies de animales domesticadas criollas ocupan un lugar importante dentro de las propuestas de agricultura alternativa que son adelantadas por diferentes organizaciones campesinas, indígenas y negras que tienen como fin fundamental alcanzar la soberanía alimentaria.
El evento permitió identificar algunas dificultades, potencialidades y proyecciones del trabajo de las organizaciones locales en este tema:
Aunque existen en le país diversas iniciativas locales para recuperar, conservar y manejar las razas criollas de animales, es todavía un trabajo que esta muy disperso y aislado, además en varios casos no está suficientemente articulado dentro de las estrategias y acciones de las organizaciones locales.
En algunas regiones el proceso de pérdida de las razas criollas ha sido casi total; igualmente los conocimientos tradicionales asociados a su manejo; lo que ha dificultado grandemente las iniciativas que buscan recuperarlos e integrarlos a la propuesta agroecológica de la finca. Lo anterior planteo la necesidad de inventariar y recuperar estas razas criollas y el conocimiento ancestral sobre el manejo de ellas. ¿Qué había, qué se ha perdido y cómo recuperarlo?
Existen muchos vacíos sobre las técnicas y prácticas de manejo alternativo relacionados con la sanidad y alimentación animal, puesto que la fuerte arremetida del paquete tecnológico pecuario industrial, ha generado una fuerte dependencia a los insumos externos.
Se planteo decirle "no" a los animales “mejorados” (de alta respuesta a insumos) y a los animales transgénicos, por ser inadecuados e insostenibles para las condiciones y necesidades de las familias campesinas y por los serios cuestionamientos en los aspectos nutricionales y en la salud humana y animal; puesto que estos responden más a los intereses de control monopólico de la producción y del mercado por parte de las transnacionales.
El Estado no tiene una política adecuada para la conservación in situ y ex situ de los recursos genéticos de las razas de animales criollos. Para el caso del ganado vacuno, los limitados bancos gubernamentales de este material genético, están en lamentable estado y no existe voluntad política para devolver este material a los agricultores y para apoyar las iniciativas locales de conservación y manejo de este importante patrimonio.
Se deben crear alianzas entre las organizaciones que permitan hacer intercambios de conocimientos y de razas criollas; igualmente se debe promover la documentación, sistematización, publicación y divulgación de estas experiencias.
Las entidades gubernamentales, las universidades y demás instituciones que promueven modelos de producción pecuaria, deben replantear sus enfoques hacia la valoración de las razas criollas, su mejoramiento y el desarrollo de propuestas de manejo alternativo adaptado a las condiciones y necesidades de los pequeños productores; pero más importante es que este proceso sea “descentralizado y manejado por los agricultores”.
Se planteó el compromiso personal y de las organizaciones participantes en el taller de constituirse como custodios de “nuestras razas criollas de animales” y de los demás recursos genéticos nativos; porque en la medida que conservemos nuestra biodiversidad le apostamos a la conservación de la vida
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