CORPORACIÓN

GRUPO
SEMILLAS


COLOMBIA

Publicaciones

Revista Semillas

Gráfica alusiva a 34/35

Edición
34/35

Revista Semillas

Suscribase por $45.000 a la revista Semillas y reciba cuatro números, dos por año

Equipo Editorial

Comité coordinador
Germán A. Vélez
Hans Peter Wiederkehr
Astrid Álvarez
Margarita Flórez
Fernando Castrillón Martha María Carmona
Director:
Germán Alonso Vélez
Editora:
Martha María Carmona R.
Fotografías:
Archivo Grupo Semillas
Publicación auspiciada por Swissaid

Experiencias Locales

Seminario internacional. Crisis planetaria, derechos humanos y agrocombustibles. Diagnósticos, análisis y alternativas.

Comisión Intereclesial de justicia y Paz, Colombia, Febrero 04 de 2008, Este artículo ha sido consultado 1526 veces

Entre el 6 y 8 de Agosto de 2007 se llevó a cabo en Bogotá el “Seminario Internacional Crisis Planetaria Derechos Humanos y Agrocombustibles Diagnósticos, Análisis y Alternativas”, en el que se trataron temas como las estrategias que se adelantan para la implementación de este tipo de cultivos y sus consecuencias en distintas regiones del país y del mundo; la pertinencia de las políticas de producción de agrocombustibles enmarcados en el análisis de la crisis energética mundial y regional y las alternativas posibles frente a este fenómeno.

Con la presencia de distintos especialistas en materia energética, económica, sociológica, ambiental y políticas públicas de Colombia, Francia, Estados Unidos, España, Reino Unido, Indonesia, Paraguay, Ecuador, Uruguay, México y Guatemala, se hizo un análisis de la crisis energética mundial y regional sobre la cual se cimientan las políticas impulsadas por los gobiernos que son adelantadas por los empresarios con el fin de producir agrocombustibles.

 

En el evento se llegó a varias conclusiones:

• No existe certeza sobre la crisis energética actual ni el momento preciso en que pueda darse. Existen unas proyecciones y unos cálculos estimados de dicha posibilidad. Se sabe que la información disponible es mucha pero no se garantiza un conocimiento de la realidad energética del mundo, esta información es un privilegio de pocos. La presencia de unos síntomas de crisis energética haría que los Estados deberían promover la reducción y redirección del consumo de energía hacia los usos más prioritarios. Sin embargo los Estados más bien estimulan el incremento del consumo de energía y aumentan su demanda y consumo por parte de las empresas privadas. Para muchos Estados (como el de Colombia) un indicador del buen desempeño de la economía es el crecimiento en el consumo de energía.

•    La posible crisis energética surge de un modelo de desarrollo derivado de un modelo económico insostenible, en que el incremento en el consumo de todos los bienes y servicios es el objetivo.

•    La producción de agrocombustibles se muestra como alternativa ambientalmente sostenible y humana, sin embargo estos son incapaces de garantizar el abastecimiento de energía, ni siquiera de una fracción importante de la demanda estimada en el mundo.

•    La producción de agrocombustibles más bien parece un fenómeno económico que busca la generación de ingresos para los productores, que en su mayoría son dueños de grandes capitales con el revestimiento de un aporte ecológico. El modelo económico existente se caracteriza porque los grandes capitales son agresivos en la búsqueda de nichos o posiciones en la economía, en muchos casos llegando a violaciones directas de los derechos fundamentales de las poblaciones y utilizando un lenguaje aparentemente ecológico.

•    Al ser analizados el consumo y la generación de energía a lo largo de toda la cadena productiva de agrocombustibles, su saldo resulta negativo. Es decir es mayor la energía que se consume en la producción, transporte y comercialización de agrocombustibles, que la que se obtiene al final de todo el proceso de producción. Hay mayor emisión de CO2 y otros gases que los que regularmente se producen para obtener otros tipos de energía.

•    En materia ambiental, se defienden los agrocombustibles como combustibles limpios porque estos cultivos fijan carbono, esto resulta una verdad a medias porque en el mejor de los casos la fijación de carbono por los cultivos es levemente superior a la emisión del mismo en el momento de utilizar el combustible, lo que significa que estos combustibles son neutros en términos de emisión de Carbono. Sin embargo esta neutralidad que en síntesis podría ser positiva no se cumple en las condiciones en que se están implementando las plantaciones industriales de agrocombustibles. Son numerosos los ejemplos en que se está deforestando a tala raza bosques naturales, emitiendo carbono por la vegetación eliminada y por la reducción o eliminación del horizonte orgánico del suelo. Ejemplos se observan en regiones intertropicales como Colombia y en regiones templadas del planeta donde ecosistemas de turba con altos contenidos de carbono son destruidas para implantar cultivos de agrocombustibles.

•    La creciente producción de agrocombustibles pone en peligro el acceso de las personas más pobres a alimentos por el incremento de precios que implica la sustitución de cultivos alimenticios por agrocombustibles. La inserción de población en el modelo económico de mercado con monocultivos los convierte en campesinos sin tierra, sin posibilidad de satisfacción de sus necesidades básicas de pancoger. Muchas poblaciones anteriormente no permanecían constantemente en la economía porque obtenían su alimento por sus propios medios por fuera del mercado, ahora están abandonando totalmente sus cultivos tradicionales para cultivar agrocombustibles creándose una dependencia del abastecimiento de alimentos por parte del mercado al precio que este los ofrezca. Investigadores como C.S. Gasser y R.T. Fraley calcularon en Junio de 1992 en la revista Scientific American que “La producción mundial de comida deberá triplicarse en 40 años para satisfacer las necesidades de una población estimada en 9000 millones de personas” [1], esto indica que podría haber un desequilibrio en el uso de la tierra entre agrocombustibles y alimentos.

•    La reducción de la contaminación en las ciudades por el uso de mezclas con agrocombustibles también es insignificante [2].

•    Los países desarrollados no han logrado sus metas de abastecimiento de agrocombustibles (2% en el 2005 para la Unión Europea y 7.5 billones de galones/año en 2012 para Estados Unidos [3]). Estados Unidos apenas es capaz de abastecer el 3% de su demanda de combustibles y ya se están viendo graves consecuencias en violaciones de derechos a los campesinos y daños irreparables al medio ambiente.

•    Los cultivos de agrocombustibles hasta el momento han sido financiados en gran parte con dineros públicos, privilegiando a un pequeño porcentaje de empresarios de sectores industriales.

•    Los impactos ambientales de los cultivos agroindustriales (entre ellos los de agrocombustibles) son numerosos: alteración de régimen hídrico, alteración de características de los suelos, disminución de la variabilidad genética vegetal, alteración y reducción del hábitat de especies faunísticas. Sin embargo, el más destacado impacto ambiental ocasionado por la forma en que se están implementando estos cultivos es el que se presenta sobre los ámbitos sociales y económicos. En muchas regiones ocasiona empobrecimiento, perdida de diversidad cultural, creación de dependencias económicas, desplazamientos forzados y asesinatos de poblaciones campesinas.

Con invitados internacionales se analizó la estrategia de implementación de cultivos de agrocombustibles mediante la presentación de las experiencias nacionales como: la soja en Paraguay y la palma aceitera en Ecuador, Indonesia y Colombia. Un común denominador en estos países es el destierro de poblaciones, la destrucción ambiental y la descampesinización. En el contexto nacional se analizaron los casos de Curvaradó, Jiguamiandó, Tumaco, Valle del Río Cimitarra, Montes de María y Catatumbo. Se confirmaron las estrategias de apropiación de tierras por medio de compras bajo presión, y métodos legales e ilegales como la expropiación de territorios, el desplazamiento forzado, el amedrentamiento de la población y el asesinato. Así mismo, se encontraron relaciones entre una supuesta lucha contrainsurgente, que con el pretexto de acabar con la guerrilla, lo que realmente buscaba era apropiarse de territorios campesinos mediante el amedrentamiento y el desplazamiento forzado, para inmediatamente adelantar la plantación de palma aceitera a gran escala.

Dentro del seminario se realizaron dos mesas redondas en las que se buscó determinar cuales serían las acciones que se podrían adelantar, con el fin de afrontar las consecuencias actuales de los proyectos de cultivos a gran escala de agrocombustibles y se llegó a mirar algunas opciones como:

•    El fortalecimiento de los vínculos entre organizaciones de distintos países con el fin de denunciar de manera internacional cualquier violación al los derechos humanos y los impactos ambientales relacionados con los cultivos agroindustriales.

•    La organización de una red de información y de estudios relacionados con los casos existentes y los que puedan llegar a darse.

•    Fortalecimiento de las organizaciones locales en su capacitación y generación de estrategias que les permitan defender su territorio; una de ellas puede ser fortalecer el cultivo de alimentos como propuesta de soberanía alimentaria, que aseguren su alimentación evitando así la generación y crecimiento de dependencias del mercado; también el establecimiento de zonas de reserva de biodiversidad que buscan la generación de un modelo distinto de desarrollo humano en armonía con el entorno natural.

•    Establecer días internacionales conmemorativos de la afectación a los derechos humanos y el medio ambiente relacionados con los cultivos agroindustriales.

•    Llamado a moratoria inmediata frente a las políticas de incentivos a los agrocombustibles adelantada por la Unión Europea.

•    Frente a la estrategia de la moratoria, se estableció un paralelo con la estrategia de certificación que lo que busca es desarrollar esquemas de certificación sustentable que al fin de cuentas no incluiría todos los impactos que se presentan frente a estos cultivos y de ninguna manera puede garantizar el monitoreo detallado de las condiciones en que se implementan estos agronegocios.

•    Incentivar el cabildeo ante congresos de países como Estados Unidos con el fin de generar conciencia que permita redireccionar positivamente las relaciones de estos países con el resto del mundo.

Se realizó un Panel de discusión al que fueron invitados el Director de Desarrollo tecnológico del Ministerio de Agricultura, el Presidente Ejecutivo de la Federación nacional de Palmicultores FEDEPALMA, la Comisión Colombiana de Juristas, la Corporación Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, Justicia y Paz, CETRI de Bélgica y el Movimiento Mundial por los Bosques. El Panel se llevó a cabo con la ausencia de los representantes del ministerio de Agricultura que incumplieron la cita; el funcionario de Fedepalma por su parte no asistió pero envió a un delegado. Las comunidades y académicos expresaron los perjuicios vividos y estudiados respecto al cultivo de palma aceitera. A su vez los delegados de Fedepalma sin bases técnicas ni prácticas sostuvieron que el impacto ambiental de este tipo de cultivos no es negativo a pesar de los múltiples testimonios en el auditorio que señalaban lo contrario y las pruebas que evidencian lo contrario, reconocieron sus objetivos netamente de negocio alrededor de la palma aceitera y formularon que “los recursos financieros invertidos en los cultivos de palma no se pueden perder” a pesar de las evidentes y ya señaladas violaciones a los derechos humanos con asesinatos, desplazamientos, desapariciones forzadas, saqueos, robos, intimidaciones, amenazas, destrucción de ecosistemas valiosos y demás daños ocasionados por la implementación de estos cultivos.

Finalmente una delegación del seminario viajó a tierras colectivas de las comunidades negras del consejo comunitario de Curvaradó. Allí, desde 1997 las comunidades negras originarias fueron desplazadas forzosamente por empresarios que bajo estrategias paramilitares, en complicidad con la Brigada 17 del ejército, implantaron más de siete mil hectáreas de palma aceitera, destruyendo bosques nativos y asesinaron a cerca de 150 personas. Luego de un proceso de varios años, las comunidades están poco a poco retornando por sus propios medios a su territorio, venciendo las intimidaciones y amenazas de los grupos paramilitares y desarrollando un proceso de recuperación social, ambiental y económica de sus vidas.

Próximamente se publicarán las memorias del seminario para acceder a las conferencias y mesas redondas, se pueden solicitar al correo electrónico: justiciaypaz@cable.net.co

______________________________

[1] Bartlett, Albert. Aritmetica, población y energia. Conferencia. En http://www.crisisenergetica.org/index.php
[2] Russi, Daniela. Biocarburantes: una estrategia poco aconsejable. 03/2007. En http://www.uab.es/servlet/Satellite?cid=1096481466568&pagename=UAB Divulga%2FPage%2FTemplatePageetallArticle Investigar&param1=1096483480228
[3] Altieri, M. y Bravo, E. La tragedia social y ecológica de la producción de agrocombustibles en el continente americano.

Publicado en Febrero 04 de 2008| Compartir
compartir en facebook compartir en facebook

Recomiende este contenido

Los campos marcados con (*) son obligatorios






Do not fill, please:

Grupo Semillas

Calle 28A No. 15-31 Oficina 302 Bogotá Teléfono: (57)(1) 7035387 Bogotá, Colombia. semillas@semillas.org.co
Sitio web desarrollado por Colnodo bajo autorización del Grupo Semillas
MAPA DEL SITIO | CONTACTENOS

Apoyo al rediseño del sitio web:

Imagen alusiva al logo Fundación Heinrich Böll