La capital del departamento de Antioquia está localizada al noroeste de Colombia y a 1.538 metros sobre el nivel del mar, y concentra 12% de la población colombiana. Hace parte del Valle de Aburrá que en una extensión de 1.152 kilómetros reúne a los municipios de Itagüí, Sabaneta, La Estrella, Caldas, Bello, Envigado, Barbosa, Copacabana y Girardota. Todos se asientan a lo largo del río Medellín y bajo la figura administrativa del Área Metropolitana concentran una población cercana a los tres millones de habitantes, de los cuales 2.1 millones viven en Medellín, en un área de 382 kms2, 270 km2 son rurales, 105 kms2 son urbanos y 5,2 kms2 en áreas de expansión.
El programa Medellín Cómo Vamos señala que de los dos millones 368 mil habitantes que tiene la ciudad, 213 mil, es decir el 9%, viven en condiciones de pobreza extrema. Otros 468 mil (el 22%) viven en situación de pobreza.
De acuerdo con la Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad (Mesep), la capital antioqueña es la que registra la mayor desigualdad del país. El coeficiente Gini, que mide la diferencia de ingresos entre ricos y pobres, es de 0,53, donde uno corresponde a que solo una persona tiene todos los ingresos y el resto ninguno.
Una investigación realizada en 2009 por la Corporación Región y la Escuela Nacional Sindical (ENS) señaló que 368 mil personas de la ciudad estaban en condiciones de indigencia y más de 1,3 millones por debajo de la línea de pobreza
Jessica Martínez Villarreal, en su artículo Las ciudades más desiguales de Latinoamérica, menciona que en conjunto las ciudades colombianas de Bogotá, Medellín y Cali y Barranquilla, ocupan el segundo lugar de las ciudades más inequitativas de América Latina.
Según el Perfil Alimentario y Nutricional de 2010, en Medellín el 56,9% de las familias se perciben con hambre, principalmente en las zonas rurales, entre sus principales causas están: falta de ingresos económicos, desplazamiento forzado y bajo nivel educativo.
Estos datos que se reportan en los periódicos de la ciudad, pueden ser alarmantes para muchos, pero para otros se convierten en la ocupación cotidiana, las organizaciones de la sociedad civil que de tiempo atrás se ocupan del acompañamiento a los campesinos/as del municipio de Medellín, área metropolitana y departamento para producir alimentos de calidad ecológica que sea de acceso a los pobladores rurales y urbanos.
La Red colombiana de Agricultura biológica es conjunto de organizaciones y familias que desde hace veintiún años se dedica a promover la producción y comercialización de alimentos ecológicos en el país, en el capítulo de Antioquia viene impulsando conjuntamente con otras organizaciones iniciativas de articulación de las organizaciones en este propósito de la soberanías, fortalecimiento del campesinado y de los consumidores citadinos, entre otras cosas más.
El origen de los alimentos que llegan a la ciudad son del orden del 3% del área metropolitana, el 26% de Antioquia, el 37% de departamentos como Valle del cauca, Cundinamarca, Caldas y Córdoba y el 34% del resto del país y de importaciones de otros países. Las 27 mil hectáreas con vocación agrícola representan aproximadamente un 10% del área rural de Medellín. Esta misma área representa potencialmente, en oferta de alimentos, alrededor del 2,9% de la demanda para la canasta recomendada para el año 2010 en Medellín.
Según el estudio del (GICO, 2011) según datos de la gerencia de corregimientos, los corregimientos de Medellín proveen tan sólo un 0,01% del volumen de alimentos que consume la ciudad de Medellín. Los sistemas productivos existentes son de pequeña escala, tienen limitaciones agroecológicas y socio-técnicas (riego, sanidad, mercadeo y organización de productores).
LOPEZ (2010) en el trabajo de evaluación de la comercialización de alimentos ecológicos de subsistencia por organizaciones civiles que abastecen el mercado ecológico de Medellín, caracteriza a los productores de la siguiente manera: El 57% de la población que produce ecológicos esta entre un rango de edad entre 41 y 50 años. El 45 % de los productores cuentan con predios menores de 1Ha., mientras que el 39% posee predios entre 1 y 5 Ha. Solo 7% devengan el 100% de su sustento con la agricultura ecológica, 14% con el 80%, igualmente 7% devengan el 40% de la agricultura ecológica y el 36% devengan el 10% de su sustento con la agricultura ecológica. Para el caso de los que devengan el 70% de su sustento de la agricultura ecológica 10% buscan completar su sustento jornaleando en la semana en otros predios. El 64% no cuenta con un fondo de pensiones o salud. Lo que está relacionado igualmente con el dinero devengado en la producción ecológica, el 77% paga entre 15 mil y 20 mil pesos por día laboral cuando necesita un trabajador, el 15% paga 25 mil pesos, en ninguno de los casos cubre las prestaciones legales en Colombia.
Después de avanzar en vencer las dificultades productivas los pequeños productores se enfrentan a los procesos comerciales, con escaso conocimiento, entrenamiento y sin recursos que les permita competir con otros productos de la industria.
Montoya y Mondragón (2010) hablan que el manejo de la comercialización, que incluye el desplazamiento de las economías locales alimentarias; la concentración de la oferta de productos frescos, toda bajo un mismo techo; la quiebra de los pequeños distribuidores de alimentos; contratos directos y leoninos con los productores, negociados uno por uno; la imposición de normas de cumplimiento ventajosas sobre los productores y el monopolio de las cadenas productivas, son algunas de las formas como los supermercados y otros comerciantes interactúan con los productores.
Pero que hay que realizar para que estos se animen a organizarse para afrontar la comercialización de manera conjunta, los mismos autores mencionan que la rentabilidad de las operaciones comerciales.
Es la clave. “No puede haber ninguna operación que no sea considerada rentable por parte de los productores; si ello no es posible, el modelo no funciona. Esta rentabilidad está determinada por varios aspectos, a saber:
• El valor del flete que guarda relación con el volumen transado.
• El valor final que reciba el productor por sus productos debe ser mayor que el precio que puede obtener en la puerta de la finca.
• El valor final debe tener correspondencia con el trabajo realizado en la clasificación, el empaque y todas las gestiones necesarias para la comercialización.
• Los productores deben sentir que su participación en el proceso es beneficiosa para ellos y sus familias, por la vía de la mejora en el ingreso”.
Los problemas que los y las campesinos de los corregimientos de Medellín identifican que tiene en la comercialización de sus productos los agrupamos en cinco categorías, bajo conocimiento del mercado, falta de infraestructura, escasa y débil organización, escaso apoyo político – institucional y bajos precios de venta de los alimentos. Sumado a lo anterior el relacionamiento comercial es poco, tienen compradores en el corregimiento, los cuales van directamente a la vereda a comprar los productos, disminuyendo las dificultades en relación al fletes y sobre costo de transportes, para otros productores, la entrega de productos lo hacen a los comisionistas, que llevan los productos a las plazas de mercado, esto ha hecho que los productores no tengan un mejoramiento de sus economías locales.
Con respecto a los consumidores que adquieren productos en las diferentes tiendas evaluadas por el estudio de LOPEZ (2010) el 77% son mujeres. El 14% de las encuestadas compra alimentos ecológicos como persona individual, mientras que el 54% pertenece a grupos familiares con entre 3 y 4 miembros; la frecuencia de consumo del 52% es quincenal, el 32% una vez por semana y 2 veces por semana el 21%. Los productos que más buscan son las hortalizas, donde el 27% de los consumidores compra el 70% de las hortalizas en estas tiendas, mientras que solo el 5% compra el 100%. El 5%, compra solo el 10% de lo que necesita de aseo personal y de hogar. Con respecto al dinero invertido en las compras y la frecuencia de ellas se puede ver que el 27% invierte quincenalmente y el 18% semanalmente entre 10 mil y veinte mil pesos. 14% quincenal y 9% quincenal más de cincuenta mil pesos.
¿Qué hacer?:
1. Trabajar en la producción de alimentos desde los campesinos, para que exista oferta para los mercados
2. Organizarse para exigir la participación del estado con las compras estatales a los campesinos. Para el caso de Medellín los programas son según el estudio del PADAM, 2011:
a. Programa de almuerzos y desayunos.
b. Programa de complementación al adulto mayor
c. El programa es el encargado de la población de primera infancia
d. La sopita
3. La producción campesina abastece cerca del 65% de las demandas de alimento de las ciudades en el país, por esta razón, una propuesta de venta de los alimentos no debe considerarse únicamente como el mejoramiento a las ventas, reconocer el aporte de la producción campesina a la seguridad alimentaria del municipio, implica el desarrollo de políticas que favorezcan el trabajo, la economía, la cultura campesina y la permanencia del campesinado como organismo dinámico del país.
a) Derecho a la vida, plenas libertades democráticas y respeto a los derechos humanos.
b) Soberanía y seguridad alimentaria.
c) Alternativas al ALCA y los acuerdos de libre comercio.
d) Derecho a la tierra.
e) Reconstrucción de la economía agropecuaria y agroalimentaria.
f) Protección del medio ambiente.
g) Política concertada con los cultivadores de coca, amapola y marihuana.
h) Derechos sociales, económicos y culturales del campesinado, indígenas y afrodescendientes.
i) Reconocimiento político al campesinado.
j) Reconocimiento de las mujeres campesinas, indígenas y afrodescendientes y sus derechos.
k) Derecho a la territorialidad.
l) Fin al desplazamiento forzado.
m) Solución política del conflicto social y armado.
n) Unidad
La comercialización campesina entonces no es un hecho económico aislado, sino por el contrario es una parte de la dinámica de la vida campesina. Pensar en los puntos centrales del mandato agrario como motor de la comercialización nos ayudaría a tener un fortalecimiento campesino y un mejoramiento del campo.
4. Trabajar la propuesta de comercialización de los campesinos de Medellín, Área metropolitana y departamento debe ir encaminado al mejoramiento económico desde el enfoque de la economía solidaria, se deben garantizar a los campesinos y las campesinas el mejoramiento de su economía y su sostenibilidad futura, para lo cual es necesario contar con una política pública para el fomento de la economía campesina sostenible por parte de las autoridades municipales, departamentales y nacionales.
5. A nivel de Medellín, Los corregimientos y sus zonas cuentan con una estructura de acción directa reglamentada mediante el Decreto 0819 de 2009 “Política Pública de Desarrollo Rural y el Distrito Rural”, expedido el 26 de junio de 2009, la cual sustenta su accionar principalmente en:
• Acuerdo 39 de 1988 para el apoyo de mercados campesinos.
• Acuerdo 29 de 1991 para la prestación de la asistencia técnica agropecuaria.
• Acuerdo 31 de 2004 que crea el Consejo Municipal de Desarrollo Rural.
• Acuerdo 37 de 2005 del Programa Integral de Fomento a la Mujer Rural de Medellín.
• Acuerdo 038 de 2005 Política Pública de Seguridad y Soberanía Alimentaria y Nutricional.
• Acuerdo 37 de 2006 de Política Sub-sectorial Integral para el Desarrollo Agropecuario y Agroindustrial de los Corregimientos de Medellín.
• Acuerdo 16 de 2007 de Política Pública de Desarrollo Rural y creación del Distrito Rural como instrumento de gestión
6. Para que los productores ecológicos se articulen a las propuestas alimentarias de la ciudad se debe avanzar en el proceso organizativo, productivo y de mejoramiento de las redes de intercambio, y de acceso a la tierra. Pensando en que debe cambiarse de la políticas actuales para que funcione el plan de abastecimiento alimentario de Medellín en donde los campesinos puedan tener una real participación, al respecto los investigadores y proponentes del PADAM mencionan que se debe realizar algunos ajustes institucionales, como soporte estratégico para la puesta en marcha del PADAM y de sus propósitos dentro de la política Seguridad alimentaria y nutricional de la ciudad. A continuación se mencionan algunos:
a). los proyectos deben estructurarse en consonancia conceptual y coordinación institucional con los sectores de salud, educación, movilidad, desarrollo económico, desarrollo rural y medio ambiente del municipio y la región. (GICO, 2011)
b) Desde la dimensión territorial reconocer que el enfoque regional y metropolitano planteado en el Plan de Ordenamiento Territorial es fundamental para el municipio de Medellín en su tarea de “Planificar” la cadena de suministro de alimentos para la ciudad; y la operación del PADAM debe tener en cuenta el territorio, empezando por el de sus propios corregimientos. (GICO, 2011)
c) Ajustar y redefinir una estructura institucional que realice algunas tareas fundamentales de integración, donde se aproveche el proceso de modificación del Acuerdo 038 de 2005 que se viene llevando a cabo en la ciudad.
d) Desde lo operativo, el PADAM presenta tres factores principales de vulnerabilidad del sistema alimentario:
1) Precario desarrollo de la red vial desde las zonas productoras, que junto con el crecimiento del tráfico automotor urbano hacen necesario fortalecer la escala local del abastecimiento, tanto en los territorios de la oferta como de la demanda y planificar y fortalecer sus modos de transporte, infraestructura y accesibilidad;
2) Debilidad organizativa de los pequeños y medianos productores, transformadores y comerciantes que dependen de otros agentes para movilizar sus mercancías y no muestran capacidad para escalar las operaciones de oferta y demanda, con sus consecuentes reflejos en ineficiencia, baja productividad, altas pérdidas y precios altos para el consumidor. Ello hace necesario trabajar los temas de redes para el comercio y distribución de alimentos y sus estrategias de Asociatividad y conectividad;
3) Aunque existe potencial productivo en la ciudad y la región hay dudas sobre la capacidad misma de las actuales cadenas para responder desde su propio territorio a los incrementos e demanda asociados a la canasta deseable de la ciudad. Todo esto debido a la presión urbanizadora que sustrae zonas fértiles para la producción de alimentos, y zonas de protección propias para la producción de agua y paisaje, para usos de construcción con altos riesgos asociados. (GICO, 2011)
Grupo I+D+I: Logística Industrial Organizacional “Gico”. 2011. Síntesis del diagnóstico y diseño del plan de abastecimiento y distribución de alimentos para la ciudad de Medellín –Padam– Convenio Inter-Administrativo Número 4600028862 de 2010 Alcaldía de Medellín. Documento digital. 175 p
ILSA. 2010. Mercados campesinos Y la región Central de Colombia. Hacia una política pública de apoyo a la economía campesina (Memorias seminario: La economía campesina en la región Central de Colombia)
Montoya, Gloria y Mondragón, Héctor. 2010. Los Mercados Campesinos, Comercialización alternativa de alimentos en Bogotá. En Cuadernos Tierra y Justicia Serie 2, Nº 13, Instituto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos, Bogotá. 46p
Montoya, Gloria. 2011. Entrevista a los mercados campesinos en la ciudad de Bogotá, agosto 2011. Notas de la entrevista.
Gil Zapata Patricio y otros. (2011) Presentación del Diagnóstico y diseño del plan de abastecimiento y distribución de alimentos para la ciudad de Medellín –Padam– Convenio Inter-Administrativo. Número 4600028862 de 2010 Alcaldía de Medellín. Biblioteca Belén septiembre 20 y Auditorio Concejo de Medellín septiembre 23.
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