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Experiencias locales

Manejo de la palma chambira. En el clan achote de la etnia nonuya, comunidad de Peña Roja, medio río Caquetá, Amazonas

Fabián Moreno, Enero 30 de 2006, Este artículo ha sido consultado 3847 veces

Fabián Moreno<a name="_ftnref1"></a><a href="itemedit.php3?AA_CP_Session=b3a28b3017fd59b4414eed6a025f7d62&amp;id=db9d8be3adf3eef749b21c4d62017431&amp;edit=1&amp;encap=false&amp;slice_id=2a6e44bb72a1cca80d53dceb0db9711f#_ftn1">[1]</a>

En este artículo se cuenta la historia más o menos exitosa de un proyecto sobre alternativas propias, generación de ingresos desde una visión sostenible y cultural apoyado por la fundación Tropenbos en el medio río Caquetá.

Los Nonuyas es una etnia que tienen su origen representado en la planta de achiote, corresponden a los llamados la gente de centro, junto con los Uitotos, Muina­ne, Boras, Andoques entre otros, todos se identifican por consumir el ambíl y coca como elementos culturales. Actualmente los Nonuyas se encuentran organizados en una comunidad indígena de Peña Roja, haciendo alusión al color rojo del achiote, y se encuentra en la región del medio río Caquetá en el departamento del Amazonas.

Desde hace más de diez años, algunas familias han venido intentando crear nuevas propuestas y retos de trabajo que permitan suplir las necesidades básicas de la familia sin dejar sus costumbres culturales, intentos que en el mayor de los casos han sido infructuosos, ya que las actividades que generan ingresos siempre tiende dejar las prácticas culturales. Siendo así el reto del trabajo sobre y con la chambira, era garantizar ingresos monetarios y materiales a una familia Nonuya, ejercitando un proceso propiamente cultural.

 

Antecedentes históricos

El hombre de centro, féene jichiba (Garza de centro) el ordenador de todas las tribus que existían y de los recursos que hoy se encuentran en el territorio de la gente de centro, es un personaje que tiene muchos conocimientos, por eso ordenó y asentó a las tribus en sus correspondientes territorios; su trabajo cotidiano era fabricar muchas clases de pinturas en diferentes tonos que usaba como adorno y también como protección. Después de asentar a todas las tribus, se dio cuenta que para el futuro iba a necesitar una persona con mucho poder y conocimiento para la defensa y el crecimiento de toda la gente que había organizado. Este personaje debería tener implementos importantes para un buen crecimiento de la tribu, este ya existía pero no tenía presencia física en la tierra, había que pedirlo mediante un proceso ceremonial para ver su figura.

Feene jichiba entonces hizo todo el proceso de petición para que hiciera presencia este gran personaje, este apareció con el nombre de: Moayi aimonoi taadi nejeé, (Abuelo Palma de Cumare), Feenejichiba lo nombró primero como guardián, ya que poseía muchas armas poderosas.

Pasado el tiempo él tuvo que afrontar una guerra entre poderes de la naturaleza del cual salió victorioso gracias a la belleza de las pinturas que él fabricaba y le sirvió como hipnotizador para vencer a sus enemigos.

Una vez terminada la guerra, fue asignándole a cada personaje aliado sus respectivas funciones para el futuro, cuando se dirigió al abuelo Coco, le dijo: A usted no solamente lo tengo para la guerra, usted es un personaje que tiene muchas cosas buenas, de su conocimiento, de su trabajo, de todo lo que usted posee, será el principio para el crecimiento de toda la gente de centro, con todo lo que usted va a producir las tribus van a intercambiar productos, de las venas de su cuerpo los nietos tejerán en donde la gente hará dormir a sus hijos (chinchorros), con su material se harán trampas para casería, cuerdas para la pesca, adornos para las fiestas. Finalmente mas adelante con ese intercambio que de usted va a generar algún día le va a llegar el hacha de producción al hombre de centro y por medio del cual nuestra gente va a progresar.

 

La idea del trabajo

Desde tiempos muy antiguos la palma Astrocaryum chambira (cumare), ha venido muy ligada al mismo proceso de desarrollo de la civilización de la gente de centro, así como para otros indígenas en otros lugares del país. En el mismo mito se comenta los múltiples usos que se le dio desde el origen a los productos del cumare, que en su momento fue de gran avance para las culturas indígenas, convirtiéndose esta especie en el eje de las relaciones entre tribus y actualmente con la cultura de occidente.

Teniendo en cuenta estos principios culturales y las múltiples posibilidades que ofrece este recurso para el crecimiento en conocimiento y organización, este trabajo se inicia desde una familia Nonuya teniendo en cuenta especialmente la reconstrucción del conocimiento. Adicionalmente se plantearon otros factores que se consideraron importantes en la actualidad para una familia indígena que vive como tal en la selva amazónica.

Primero, una búsqueda a la recuperación del conocimiento que se tenía sobre la especie y sus valores contenidos desde la visión indígena, así como la práctica asociada y requerida para un manejo efectivo de la especie para los fines puramente culturales.

Otro factor que se consideró, fue el de organizar los trabajos propiamente indígenas, alrededor de las actividades con la chambira en donde se buscaba mediante este trabajo generar un sistema de enseñanza directamente de abuelo a nietos y de padres a hijos, puesto que este es una situación que cada vez se ve menos en la familias indígenas, esto por muchos factores influyentes de la cultura occidental (la educación escolarizada).

Finalmente se tuvo en cuenta generar un espacio o un camino que facilitara ingresos de recursos tanto monetarios como materiales, mediante la venta o intercambio de los objetos elaborados para mejorar la calidad de vida de las familias vinculadas al trabajo, esto mediante un sistema de trabajo cooperado, en donde la participación de los miembros de cada familia fuera total, desde los niños hasta los abuelos.

 

Actividades realizadas en el proceso

    Inicialmente se hizo un trabajo de recopilación de todo el conocimiento que se tenía sobre la especie en la comunidad, se consultaron a los diferentes mayores de los clanes mediante el sistema tradicional de la cultura, en este caso oral en sesiones nocturnas (mambeadero).

     Después de esta actividad se paso a una convocatoria de los mayores que tenían algún conocimiento sobre técnicas de manejo y tejidos tradicionales y que quisieran aportar al proceso de enseñanza.

     Se realizaron sesiones de aprendizaje para diferentes tejidos tradicionales, así como para los tejidos innovados en la actualidad.

     Se realizó un inventario de las palmas que normalmente usa las familias en su terreno para la extracción de la fibra.

     Se clasificaron las especies teniendo en cuenta la forma tradicional de acuerdo a cada origen para determinar la calidad de la fibra.

     Se cultivaron ochocientas plántulas que se colectaron en el bosque maduro, este proceso se realizó con el acompañamiento de un ingeniero forestal, ya que esta actividad no se había hecho en tanta cantidad.

 

Resultados

Teniendo en cuenta que la propuesta tuvo desde su origen una finalidad de búsqueda de conocimiento tradicional de la cultura, se puede afirmar que en este aspecto se logró un avance considerable.

Se recopiló oralmente todo el manejo tradicional que se le debe dar a la especie y las relaciones que se tiene para el desarrollo de la sociedad.

En cuanto al manejo de la palma para el buen aprovechamiento, se conoció que las palmas que nacen en los rastrojos se les hacen un mantenimiento en el momento en que se le extrae su cogollo, además se debe dejar crecer el próximo cogollo que brote.

En cuanto a los tejidos, se pudo recuperar varios objetos que se usaban antiguamente tanto por los hombres, como por las mujeres en los días especiales, en los rituales y ceremonias tradicionales, igualmente se recuperaron diferentes motivos, tejidos y pintas que van relacionadas con animales y mitología según sea el clan que lo vaya a utilizar.

Teniendo en cuenta la baja densidad de palmas en los rastrojos de las familias se hizo una plantación de ochocientas plántulas. Esta actividad fracasó, ya que no se le dio el manejo correspondiente a las plántulas en su transplante desde el bosque hasta el rastrojo. De las ochocientas plántulas solo lograron pegar el cuarenta por ciento, sobrevivieron las que fueron sembradas en terreno inundable y que tuvieron mejor trato en el proceso de trans­plante.

En cuanto al trabajo en general se pudo cumplir con la enseñanza del uso eficaz de la especie en las familias, se logró especializar a varias madres de familias y jóvenes mujeres en la elaboración de pulseras, ya que estos objetos tienen mayor demanda por los visitantes a la comunidad, actualmente se cuenta con pedidos constantes desde la ciudad de Bogotá.

Se ha mejorado los ingresos de las familias casi al doble del ingreso normal, aclarando que esto depende de la calidad de los tejidos que ofrece la persona. Vale la pena mencionar que con estos recursos varias familias han podido ofrecerles a algunos hijos la educación media, meta que difícilmente logra una familia indígena de esta zona del país.

Finalmente este trabajo ha generado una dinámica en varias familias de las comunidades vecinas, en la actualidad la mayoría de las familias tienen su palmas de chambira y las cuidan como un producto mas de la chagra, situación que antes no se consideraba, por el contrario estas palmas ya se consideraba como un maleza y no se le daba la importancia que se merece culturalmente.

 

[1] Indígena Nonuya. unuva_famgo@yahoo.com

Publicado en Enero 30 de 2006| Compartir
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