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Desde un modelo educativo propio que busca ser sostenible, replicable y escalable, incluso para otros pueblos y poblaciones colombianas. El municipio de Toribio, ubicado al norte del departamento del Cauca - Colombia, ostenta una historia digna de ficciones “macondianas” como las descritas por Gabriel García Márquez en su obra maestra “Cien años de soledad”. Enclavado a media altura de la cordillera central, en un lugar donde se combinan la mística y armonía de montañas, ríos y páramos, es cuna y origen de un pueblo milenario que nació de la naturaleza; Los nasas, hijos del agua y de las estrellas, guiados por sus mayores ancestrales, constantemente limpian su cuerpo y el espíritu, así como a la madre tierra para balancear así las energías, para pedir permiso y así poder seguir caminando su ancestralidad y su palabra. El ser nasa bien lo describe uno de sus líderes más importantes de la causa indígena, quien además, hace un primer acercamiento a la cuestión pedagógica indígena, a la esencia de la educación nasa, denominándose a sí mismo como “el indio que se educó en las selvas” Manuel Quintín Lame digno portador del pensamiento ancestral, pasado y presente de la nación indígena, plantea importantes disertaciones aún vigentes en las luchas de hoy.
Este pueblo de grandes luchas, también ha sido testigo histórico de grandes confrontaciones políticas y armadas que impactaron esta región y repercutieron en todo el país. Desde la época de la violencia, pájaros y chulavitas campeaban estos territorios matándose entre sí; terratenientes que sometieron familias indígenas a pagar terraje, degradaciones que motivaron la recuperación de tierras y posteriormente el surgimiento de las guerrillas del M–19, FARC y el Movimiento armado indígena “Quintín Lame”, todas nacidas en la necesidad de la defensa campesina e indígena. En las últimas décadas la guerra se ensaña aún más con esta población, convirtiendo a Toribio en una obscura celebridad de la guerra: El pueblo con más ataques guerrilleros en la historia colombiana y con un dantesco apelativo, fruto del mediatismo de los medios de comunicación como “Toribistan”, haciendo una indolente comparación con la cruenta guerra que se vive en Afganistán.
Pero irónicamente, es en este contexto de lucha y resistencia permanente, donde nacen nuevas formas de resistencia comunitaria o colectiva, formas cada vez más sofisticadas y con mayor capacidad de respuesta a las múltiples agresiones y de las nuevas circunstancias; por ejemplo, en el año de 1971 nace el CRIC[2], fruto de las luchas agrarias y campesinas, siendo un primer esbozo de la identidad y la filosofía indígena, organizadas en una plataforma de lucha y principios propios: unidad, tierra, cultura y autonomía, motivadores de la recuperación de la tierra de resguardos en el Cauca.
En el año de 1980 nace el Proyecto Nasa[3], siendo el primer plan de vida comunitario en el norte del cauca indígena, como una forma de gobierno propio donde la comunidad reunida en asambleas comunitarias describe sus situaciones problemáticas que posteriormente se convierte en proyectos, es decir, piensa prospectivamente en futuro y soluciones. Con el método del ver, juzgar y actuar sobre el problema y la realidad[4] son ya 37 años de consolidación de un territorio autónomo. Los espacios de apoyo al plan de vida son: la etnoeducación, la salud propia, la espiritualidad, la recuperación y producción de la tierra, la vivienda, la justicia indígena, la organización de los cabildos indígenas y la participación en la vida política interna como en espacios de administración estatal tales como alcaldías, concejos, cargos de orden departamental y nacional. El gran árbol del plan de vida también dio sus frutos, con la creación posterior de otros planes de vida en las comunidades del norte del Cauca: proyecto global (Jambalo); Cxa Cxa Walla (Corinto), unidad Páez (Miranda); Yu lucx (Santander de Quilichao); Nasa kiwe teck sxaw (cabildo urbano Santander de Q.); Sat finxi kiwe (Guadualito, las delicias, la concepción, pueblo nuevo Ceral) lo que posteriormente reforzó y dio fuerza para la creación de la ACIN[5] con 19 cabildos indígenas y 7 planes de vida afiliados.
Quería el Padre Álvaro Ulcue Chocue[6], sacerdote fiel a su raza, a su lengua, a su pueblo, construir una ciudadela juvenil, lugar donde los niños y jóvenes se pudieran formar en sus costumbres y tradiciones, un lugar donde volviera a emerger la lengua nasa, saber y filosofía en conexión con la naturaleza. También debía ser el espacio donde la raíz (la tradición) se juntase con la modernidad, con otras realidades, las ramas del árbol, sus frutos y semillas debían dar más vida.
El Cecidic (1990): Centro de educación, capacitación e investigación para el desarrollo integral de la comunidad, aquella ciudadela juvenil que soñaba el padre Álvaro, nace como la consolidación de sueños y realidades; un proyecto educativo que permite encontrar alternativas - caminos de vida; lugar de encuentro para las generaciones y de la autoridad. El Cecidic es el sueño consolidado desde la ley de origen como mandato espiritual por el derecho a una etnoeducacion consagrada en la constitución nacional, es el futuro de la lucha y la resistencia indígena en el contexto del decreto marco 1953[7] y los espacios logrados en los acuerdos de La Habana (capitulo étnico[8]) para una paz estable y duradera; pensando y soñando el camino de nuevas generaciones.
En un inicio el Cecidic fue un centro de múltiples servicios, donde niños y jóvenes que ingresaban al colegio Eduardo Santos tenían la oportunidad de formarse ampliamente. Lo que se pretendía era formar un ser integral, reconocido en su identidad y que desde la autonomía que da la tierra y sus frutos, se complementara su saber y el hacer con las artes, los oficios manuales y los ejercicios intelectuales que le dieran mayores oportunidades en el futuro.
En el año de 1996 se unieron al proyecto: El instituto misionero de antropología - IMA y la Universidad Pontificia Bolivariana, quienes iniciaron ciclos de formación superior en etnoeducacion, economía y agroindustria. Se originaron las primeras escuelas de capacitación técnica como agroecología, artes y oficios y formación política. Posteriormente nacen la escuela de formación pedagógica y la escuela de comunicaciones, también se empieza la discusión sobre la necesidad de conocer más sobre lo propio, iniciando un proceso renovado de investigación y de educación con enfoque indígena.
Se proyecta a consolidarse como el espacio de la educación superior indígena, para la formación de formadores y dinamizadores del plan de vida a 30 años. El Cecidic como un modelo educativo con la raíz en el origen, tiene un nuevo mandato comunitario: el de coadyuvar al plan de vida nasa, para que desde la pedagogía del sentir, el pensar y el actuar desde el corazón, se formen nuevas generaciones que vivan su cultura, sus costumbres, su lengua, en sus territorios de vida; pero también, pensando en otros pueblos y poblaciones que encuentren en nuestra experiencia y capacidad una oportunidad para pervivir y soñar.
A continuación mencionamos los principales programas que proyecta a treinta años el centro mediante el acompañamiento al plan de vida y la formación de nuevas generaciones.
Aportar a la construcción y fortalecimiento del sistema educativo indígena propio, a través de la revitalización del proyecto educativo comunitario - PEC con sus hilos, núcleos y procesos educativos que se desarrollan en el plan de vida Nasa. Este programa tiene por fin, profundizar en el saber y la pedagogía propia de nuestro pueblo ancestral y milenario; parte del enfoque del sentir, pensar y el hacer desde el corazón nasa. Busca reconstruir la memoria colectiva, hacer seguimiento, control y evaluación a las diferentes acciones educativas que se realizan en el territorio, sean de carácter formal e informal. Busca la consolidación gradual de la educación propia y sus experiencias autónomas como semillas de vida, la guardia indígena, la consolidación de la familia indígena en sí misma, la práctica de la espiritualidad orientada desde los mayores, entre otras; también brinda apoyos pedagógicos a las otras formas educativas que se han apropiado, como es el caso de la educación escolarizada (primaria, secundaria y superior) guiadas desde los mandatos comunitarios educativos y puesta en marcha desde la estrategia PEC (proyecto educativo comunitario) de los tres cabildos indígenas de Toribio, Tacueyo y San Francisco.
Fortalecer y revitalizar el nasayuwe a través del acompañamiento de las experiencias comunitarias, la creación de material cultural pedagógico y la generación de estrategias de posicionamiento que permitan aprender y vivenciar la lengua propia en el territorio nasa. El nasa yuwe, nuestra lengua ancestral nuestro idioma oficial, como la mayoría de las lenguas indígenas sufre el deterioro causado por una educación dirigida desde el Estado para arrasar la diversidad humana y cultural de nuestro país. Desde este espacio desarrollamos las acciones y estrategias necesarias y posibles para recuperarlo, en especial se enfatiza en el aprendizaje de las nuevas generaciones, mirando el mediano y largo plazo. Buscamos que nuevas generaciones no solo hablen, sino que también vivan el nasayuwe.
Fortalecer el tejido económico, ambiental, familiar y comunitario, mediante el desarrollo pedagógico de propuestas alternativas en producción, transformación e investigación, para generar autonomía local en equilibrio y armonía con los espacios de vida natural del plan de vida nasa. Desarrolla acciones de acompañamiento en tres espacios comunitarios: el nivel comunitario, sea resguardo, bloque de vereda o vereda. El nivel de asociatividad comunitaria, empresarial productiva, de fines educativos, culturales, etc. Finalmente el nivel familiar como unidad primordial a fortalecer en sus espacios de vida, en sus capacidades, en sus potenciales.
Revitalizar procesos de investigación comunitaria desde los saberes y las prácticas propias y apropiadas que le permita al Cecidic fortalecer y acompañar estrategias vitales para el territorio y el plan de vida nasa. Para poder profundizar en el saber, hay que comprender primero el ser, el ser nasa que ha generado una cultura con gran sentido de su espiritualidad y de su relación con el entorno, de donde nace el concepto de equilibrio y armonía permanente. El programa busca ser la herramienta que permita generar conocimiento y desarrollo de prácticas acordes con las necesidades que tiene la comunidad.
Aportar a la formación y capacitación de los dinamizadores comunitarios y comuneros, a través de la articulación de las diversas experiencias pedagógicas del territorio, posibilitando el fortalecimiento de los diferentes tejidos del plan de vida nasa y la vida digna en el territorio. Este es el espacio para la articulación de la educación escolarizada (primaria y secundaria) con las escuelas autónomas, técnicas y con la educación superior, es decir con la estrategia de la Universidad Autónoma Indígena Intercultural -UAIIN-. Su misión es, formar a los dinamizadores que necesita el plan de vida para perfilar sus objetivos y metas a 30 años y más. Se formaran desde aquí las bases sociales necesarias para la comunidad del futuro, para las naciones indígenas diseminadas por todo el territorio nacional.
Las comunidades indígenas hoy tienen un nuevo reto en el postconflicto: ser sostenibles, replicables, escalables. Pensarse como una sola unidad, como verdaderas naciones. Necesitan unir esfuerzos y concretar sus principales proyectos sociales, culturales, económicos, territoriales. En un país que experimentará en las próximas décadas nuevas oportunidades (buenas y malas) con las que no se contaban por el conflicto, el Cecidic fiel a su papel determinante, se repotencia para ser la universidad indígena que soñaron abuelos y abuelas, en cumplimiento de los mandatos de origen cultural, pero más importante aún, pensando en el futuro de generaciones venideras que dependerán de nuestro esfuerzo. Nuevas generaciones que se relacionarán entre sí de formas y maneras inagotables y que deberán ser muy fuertes e indivisibles para no perder su esencia indígena.
CECIDIC. Centro de educación, capacitación e investigación para el desarrollo integral de la comunidad.
Diego Yatacué - pertenece al pueblo nasa de Toribío, coordinador general del CECIDIC, coordinador pedagógico del plan de vida y estudiante de licenciatura en Pedagogía de la madre tierra, Universidad del Antioquia. Colombia.
[1] La obra principal de Lame: “Los pensamientos del indio que se educó dentro de las selvas Colombianas” es un tratado de 20 capítulos divididos en dos libros que reúne su filosofía profética, sus experiencias personales, su visión de la historia indígena entre otros.
[2] Consejo Regional Indígena del Cauca; Vereda La Susana, resguardo indígena de Tacueyo, 1971.
[3] Hoy Asociación de Cabildos Indígenas de Toribio, Tacueyo y San Francisco, 1990.
[4] Pablo Freire. Teología de la liberación. El método del proyecto por más de 30 años se basó en sus enseñanzas.
[5] Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca ACIN, 1994.
[6] Álvaro Ulcue Chocue. Sacerdote indígena nasa asesinado en 1984 por defender la causa indígena
[7] Decreto 1953 de 2014. Por medio del cual el Gobierno Nacional pacta, acuerda y reconoce la solicitud de autonomía territorial, cultural, política y económica de los territorios indígenas
[8] Acuerdos de la Abana cuba, entre el gobierno nacional de Colombia y las guerrillas de las FAR-EP, 2016.
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