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SEMILLAS

Contexto

Editorial 28/29

El agua es un componente primario de la vida en el planeta. Las aguas continentales conformadas por los ríos, los lagos, los manantiales, los humedales y las aguas subterráneas son la esencia de la vida. Este precioso líquido es fundamental para todas las actividades culturales y económicas de las poblaciones humanas, en especial para la producción de alimentos, la salud y el bienestar en general. Es así como el agua por esencia es un patrimonio natural colectivo y un derecho humano fundamental, al que debe tener acceso toda la humanidad. De ahí su carácter de bien público con funciones sociales y ambientales. 

La estrategia del capital internacional y las corporaciones transnacionales es convertir todos los recursos naturales estratégicos, que son de carácter público en recursos privados, mediante la presión a los gobiernos para que liberen a la economía global estos recursos como una mercancía mas, como es el caso de la biodiversidad, el agua y el aire, a través de la compra/venta de servicios ambientales. En esta estrategia de privatización juega un papel fundamental instituciones globales como: el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Banco Europeo de Inversiones (BEI) y las Naciones Unidas (ONU); entidades encargadas de diseñar la agenda y directrices para la privatización del agua en el mundo. Actualmente un puñado de transnacionales como: Vivendi (EE.UU.) Lyonnaise des Eaux-Suez (Francia), RWE (Alemania) y Bechtel (EE.UU.), controlan más del 70% del negocio de abastecimiento de agua en el mundo. La privatización del agua no es solamente sobre el agua superficial, sino también del agua subterránea, que equivale a 60 veces más de la que circula en la superficie.  

Se calcula que para el año 2025 el 70% de la población mundial (3.500 millones de personas), especialmente en los países pobres, no tendrán acceso al agua potable, lo cual será una de las principales causas de pobreza y de conflictos, que incluyen desplazamientos y guerras. La privatización del agua ha generado en todo el mundo movilizaciones sociales y procesos de resistencia tanto globales como locales, que se oponen al confinamiento privado de este bien público. 

Los movimientos sociales en todo el mundo luchan por mantener este bien común, bajo principios fundamentales como: El agua es un patrimonio de las comunidades, de los pueblos y de la humanidad, y su acceso, gestión y control debe permanecer en el ámbito público, como un derecho humano fundamental inalienable. El agua no es mercancía y por lo tanto no se puede privatizar; se debe garantizar la solidaridad entre las generaciones presentes y futuras para preservar este bien público; además, se debe hacer una gestión sustentable de los ecosistemas y la preservación de los ciclos del agua, que incluya a las poblaciones locales.  

En el presente número de la revista Semillas, abordamos como tema central el agua, por considerarlo uno de los aspectos fundamentales del debate actual en el mundo y en Colombia. Cada día vemos cómo se nos va de las manos este bien público y cómo el gobierno le entregará a unos pocos el control y propiedad del agua, mediante concesiones, a través de marcos jurídicos como la ley de agua y los Tratados de Libre Comercio.

Incluimos artículos de contexto sobre la problemática del agua: Un análisis sobre la privatización del agua en el mundo; la Declaración de los movimientos sociales en defensa del agua; la situación del agua en Colombia y la privatización de los patrimonios hídricos; la privatización del agua en Ecuador; la guerra del agua en Bolivia; una reflexión sobre la dimensión sagrada del agua; y el mito sobre el origen del agua según el pueblo Embera. 

Presentamos además en este número, algunos problemas críticos y conflictos relacionados con la privatización del agua, las obras de infraestructura, la resistencia civil y la movilización en defensa de este bien público y también experiencias de manejo comunitario del agua. Incluimos casos como: El Trasvase del río Guarinó al río la Miel (Caldas); la privatización de la cuenca del rió Otún (Parque Natural de los Nevados); la muerte del río Pance (Cali); la desecación del humedal de Timbique (Palmira); la conservación comunitaria del parque Natural del Duende (Valle del Cauca); el territorio del Pueblo Nasa (Toribio, Cauca); la contaminación del río Pescaderíto en Curití Santander; el manejo comunitario del agua (Ocaña, N. de Santander); la privatización del río Ranchería (La Guajira); y por último la privatización del agua en la provincia de Córdoba en Argentina. 

Estos son claros ejemplos que muestran cómo la sociedad en general rechaza la privatización del agua y condena las políticas de los gobiernos, que son cómplices de este despojo a la sociedad, puesto que están convirtiendo este bien público en mercancías para entregárselas al mejor postor. Los procesos de resistencia y las acciones en defensa de este patrimonio colectivo, nos señalan el camino para lograr un mundo donde todos podamos tener acceso a este precioso don sagrado de la naturaleza.