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Día a día las plantaciones de palma aceitera y caña de azúcar se propagan por las regiones colombianas, invadiendo territorios de comunidades negras, indígenas y campesinas, que son desplazados forzosamente o permanecen en sus tierras, a costa de sacrificar su soberanía y entregar su trabajo para que los empresarios de la agroindustria acumulen más riqueza, lo que no es menos indignante.
Desde comienzos de esta década el fomento, promoción y apoyo a la producción de materias primas para agrocombustibles en el país se ha incrementado ostensiblemente, lo que tiene explicación en la creciente demanda por esta clase de carburantes. Lo anterior significa un consumo irracional, que no tiene en cuenta las implicaciones derivadas de la producción agrícola e industrial de los agrocombustibles sobre aquellos que se convierten en victimas, ni sobre los sistemas naturales devastados y ocupados con los monocultivos que darán origen a los nuevos combustibles.
Desde esta perspectiva estamos hablando de una profunda problemática en términos de justicia ambiental, económica y social; generadora de deuda; que agrede los derechos humanos y ambientales; que destruye selvas y consume ríos y deja a su paso sociedades más vulnerables y empobrecidas.
El modelo para la producción de agrocombustibles está recibiendo todo el apoyo y financiación para lograr su propósito, tanto a escala nacional como por parte de actores externos; caso contrario de lo que sucede con las victimas y los amenazados por esta agroindustria, quienes tienen que encarar los impactos descritos y hacer frente a la situación sin ningún tipo de respaldo, con el desvertebramiento de sus organizaciones, la desaparición de sus líderes y las restricciones de carácter económico para su organización y movilización.
Concientes enteramente de la necesidad de respaldar y ser solidarios con aquellos que tienen que soportar los efectos negativos de un modelo que no es el propio, además de la necesidad de reconocer dignidad a la naturaleza, el Proceso de Comunidades Negras y Censat Agua Viva estamos consolidando la campaña “Llenando Tanques, Vaciando Territorios” como medio para fortalecer las luchas sociales en defensa del territorio, la biodiversidad y la cultura; para la visibilización de las propuestas y alternativas de las comunidades; para la defensa de las victimas; para la articulación del trabajo en las regiones, para la búsqueda de la sustentabilidad.
• Difundir los conflictos ambientales, sociales y culturales generados por los megaproyectos agroindustriales y los impactos sobre los territorios y culturas de las comunidades negras, indígenas y campesinas
• Desmitificar a los agrocombustibles, como una alternativa limpia, sostenible, que contribuye a la disminución del calentamiento global.
• Evidenciar las políticas, los actores, los intereses de quienes promueven los megaproyectos de la agroindustria para combustibles.
• Visibilizar las posiciones y propuestas de las comunidades para enfrentar la expansión de los cultivos para agrocombustibles.
• Intercambiar herramientas para la resistencia, defensa de los Territorios y Biodiversidad y Culturas.
Mayor información: www.agrocombustibles colombia.org
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