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Oscar Alzate[1]
La Asociación Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil (Red), es un tejido social urdido por lazos de afecto, cuyos integrantes –campesinos, organizaciones no gubernamentales, propietarios de fincas y proyectos de conservación de comunidades rurales o urbanas organizadas– son los tejedores que articulan, a través de principios vitales, diferentes territorios y a sus culturas, mediante el propósito de la conservación y el aprendizaje práctico del cómo convivir felizmente, de manera consecuente y productiva con el territorio biodiverso que cada uno protege en sus reservas naturales, a lo largo de las diferentes regiones de Colombia.
Se formó con el propósito de contribuir al conocimiento, consolidación y posicionamiento de las iniciativas de conservación de la sociedad civil, a través de procesos de uso y manejo sostenible de la diversidad biológica, para la construcción de tejido social, modelos de vida y desarrollo alternativos, con criterios de equidad generacional, étnica y de género.
Su trabajo se enfoca en el conocimiento y conservación de la diversidad biológica y genética, las fuentes de agua y los ecosistemas presentes en las reservas naturales y su área de influencia, con el objeto de potencializar los hábitats para especies amenazadas y endémicas de flora y fauna, aumentar la representatividad de los ecosistemas amenazados y la diversidad de semillas como aporte a la seguridad alimentaria de las presentes y futuras generaciones.
Esta ONG constituida en 1991, la conforman personas cuyas opciones de vida las han llevado a declarar sus predios como reservas naturales de la sociedad civil, los cuales por voluntad propia destinan a la conservación, entendida ésta como la protección de la vida que en dicha área habita, la recuperación natural y valoración cultural, la reproducción de especies útiles y amenazadas, y el desarrollo sostenible a través de la búsqueda de alternativas sociales, económicas y tecnológicas amigables con la naturaleza, cuya aplicación incida en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes y de sus vecinos.
El reconocimiento a las Reservas naturales de la sociedad civil se estipula en la Ley 99 de 1993, que organiza el Sistema Nacional Ambiental y crea el Ministerio del Medio Ambiente, en sus artículos 109 y 110, donde se les otorga el derecho de participación en los procesos de desarrollo y se les brinda la posibilidad de los incentivos.
En muchas de las Reservas, cada grupo a su manera, de acuerdo con su cultura, sus circunstancias y con las características de su territorio, busca encontrar la forma de mejorar la calidad de vida y de satisfacer las necesidades humanas a partir de una relación más inteligente con la naturaleza biodiversa que caracteriza nuestro territorio.
A septiembre de 2005, la Red cuenta con 217 reservas naturales, 10 organizaciones no gubernamentales (ONG) articuladoras de procesos de conservación, y 31 grupos locales de herederos (GLH) afiliados, ubicados en 22 departamentos de los 32 que existen en Colombia, con un área en conservación-producción de 49.852,74 Hectáreas.
Su proceso a nivel regional comenzó en septiembre de 2002 y la figura de nodo se oficializó en la asamblea general de socios del 2003; entendiendo por nodo, un conjunto de reservas naturales, ONG, GLH, conectados, vinculados por su propia voluntad, con una particularidad que los agrupa, regularmente la vecindad y el territorio, como elementos integradores.
A la fecha en la Red existen 12 nodos locales y/o regionales constituidos y operando bajo el marco de un convenio de cooperación entre la Red y organizaciones locales reconocidas en las diferentes regiones:
Nodo Valle, nodo Ungandí (Chocó), nodo Tolima, nodo Sierra Nevada (Magdalena – Guajira), nodo Quindicocha (Putumayo), nodo Orinoquia (Meta- Vichada - Arauca), nodo Enraizados (Amazonas), nodo Eje Cafetero (Caldas, Quindío y Risaralda), nodo Altiplano Cundiboyacense (Cundinamarca y Boyacá), nodo Santander, nodo Jardín (Antioquia) y nodo Tatamá-Paraguas.
De igual modo, la Red cuenta con su programa herederos(as) del planeta, una iniciativa planteada como una estrategia para garantizar el relevo generacional, mediante la cual se brinde espacio para la participación de niños y jóvenes en las iniciativas de conservación de sus asociados. El programa está conformado por grupos locales de herederos (GLH) que se llaman a sí mismos ecológicos o ambientalistas y que integran niños y jóvenes entre 6 y 26 años de edad, que provienen de sectores rurales y urbanos.
Los GLH, autónomos y de diferente naturaleza, asumen un compromiso concreto de trabajo ambiental en su espacio local y regional. Dedican sus energías, su tiempo y su conocimiento a amar, defender y hacer un uso adecuado de la naturaleza siendo acompañados y apoyados por una o más reservas naturales y/o una o más organizaciones asociadas a la Red.
Para la toma de decisiones y la ejecución de sus labores la Asociación cuenta con la Asamblea General, la Junta Directiva, la Dirección Ejecutiva, consultores especializados y un equipo de trabajo organizado a través del nodo técnico administrativo, con sede en la ciudad de Cali, desde donde se coordinan las actividades de cada una de los objetivos globales definidos en la planeación estratégica 2003-2007, a través de áreas de trabajo así:
Analizar e incidir en políticas públicas y espacios relacionados con la participación de la sociedad civil en la conservación y uso sostenible de la biodiversidad, apoyando la gestión institucional para la creación, modificación y/o aplicación de normas favorables a las Reservas naturales de la sociedad civil.
Diseñar y apoyar el desarrollo de iniciativas de manejo de ecosistemas naturales y de producción sostenible de las reservas naturales en beneficio de sus asociados y de la comunidad en general, mediante acciones de investigación, planificación, manejo sostenible, capacitación y acompañamiento, con el fin de lograr la conservación de la biodiversidad y asegurar la permanencia de los asociados en sus reservas naturales.
Contribuir a la formación de un tejido social favorable a los procesos de conservación, al manejo sostenible de los recursos y a una nueva ética ambiental, a través de aprendizajes participativos y críticos que generen un compromiso individual y colectivo proyectándolo hacia acciones claras y trascendentes frente a la problemática real de su entorno natural, social, cultural y económico; para crear espacios que permitan el diálogo y encuentro entre las lógicas, saberes y conocimientos surgidos de la experiencia local de las reservas naturales y los conocimientos derivados de procesos regionales y globales.
Generar apoyo para el conocimiento territorial de las reservas naturales de la sociedad civil a escalas nacional, regional y local, de acuerdo a los criterios de conservación-producción establecidos por la Red que permita la toma de decisiones mediante monitoreo, evaluación y seguimiento de la información resultante de las actividades de la asociación.
Contribuir a la generación colectiva de sentidos de apropiación y pertenencia de los asociados con respecto a la organización, para que su participación e iniciativas sean la base que apoya la consolidación y fortalecimiento de la red de reservas naturales de la sociedad civil en los niveles interno y externo.
Proveer información financiera, logística y de talento humano que permita orientar la toma de decisiones y el buen manejo y control de los recursos de la organización.
La Red es una organización no gubernamental de carácter ambientalista que ha promovido y contribuido a la conservación de la biodiversidad en lo regional y nacional. Su quehacer se caracteriza por la coherencia, pertinencia y capacidad de convocatoria a nivel nacional. El papel político y social de la Red es su capacidad de consolidar iniciativas de la sociedad civil con un objetivo común y ser un modelo que genera conocimiento y promueve una ética y cultura de vida.
La Red ha asumido como suyos los siguientes principios y valores:
• Respeto a la vida en todas sus formas
• Respeto a la diferencia
• Pluralismo y tolerancia
• Solidaridad y reciprocidad
• Equidad de género e intergeneracional
• Autonomía
• Democracia
En el marco de estos principios la Red plantea su forma de relacionarse con la sociedad y el Estado, y es precisamente en este sentido, cuando en conjunto con otras instituciones, ILSA, WWF Colombia, Ecofondo, Fundación Gaia Amazonas, Fundación Alejandro Ángel Escobar, presentó su pronunciamiento frente a ese gran atentado de magnicidio ecológico que se pretende patrocinar desde el gobierno con la propuesta de Ley Forestal.
Veámoslo a la luz de sus principios y valores:
La propuesta de Ley está en contra del principio “respeto a la vida en todas sus formas”, ya que en el proyecto de Ley se quedan por fuera temas fundamentales de la actual política y plan nacional de desarrollo forestal –PNDF–, que parecen no interesar al proyecto, como lo relacionado con conservación in situ y ex situ de la biodiversidad, y la restauración y rehabilitación de ecosistemas forestales2. El proyecto considera al bosque natural como una entidad productora de madera y no como un ecosistema complejo, que presta diversos bienes y servicios ambientales y que por consiguiente requiere un manejo integrado, con el fin último de conservar y hacer uso sostenible de este ecosistema.
La definición de bosque natural establecida en el proyecto de Ley es contraria a la establecida por la Convención de Diversidad Biológica (CDB) aprobada por Ley 165 de 1994 y vinculante para el país.
La propuesta de Ley también es incompatible con los principios de “pluralismo y tolerancia, autonomía y democracia”, asumidos por la Red e igualmente consagrados en la constitución; al respecto en el comentario a la propuesta de ley, se argumenta lo siguiente:
“El proyecto muestra de manera clara un retroceso en la política de descentralización, generando un posible conflicto entre las regiones, las comunidades étnicas y el nivel central. Para el caso de las comunidades étnicas, la Constitución Política reconoce a los pueblos indígenas el derecho al autogobierno de conformidad con sus usos y costumbres, al igual que el de una jurisdicción especial basada en sus propias normas y procedimientos.
Además de contar con la figura de propiedad colectiva, el Decreto 2164 de 1995 plantea que son una institución legal y sociopolítica de carácter especial, conformada por una o más comunidades indígenas que poseen su territorio y se rigen para el manejo de éste y su vida interna por una organización autónoma amparada por el fuero indígena y su sistema normativo propio.
Así mismo, la Ley 70 de 1993 reconoce entre sus objetivos el derecho de la propiedad colectiva a las comunidades negras que han ocupado tierras baldías, en las zonas rurales ribereñas de la cuenca del Pacífico y en otras zonas con similares características. Para recibir y administrar esta propiedad colectiva de las tierras, cada comunidad tiene derecho a constituir un concejo comunitario que tiene dentro de sus funciones velar por el aprovechamiento y la conservación de los recursos naturales.
La entrega a manos de agentes privados de la función estatal de propender por un ambiente sano y un desarrollo sostenible, va traer enormes consecuencias socioambientales ya que la mayor prioridad de un agente privado no es la conservación, sino la rentabilidad de su negocio siempre al menor costo”.
La Corte Constitucional en sentencia C-891/02 estableció la necesidad de llevar a cabo la consulta previa formal dentro de los proyectos de Ley, antes de radicarlos en el Congreso de la República por la autoridad competente. Este fallo dispone que la entidad debe ofrecer a las comunidades, previamente a la radicación del proyecto en el Congreso, las oportunidades debidas para que ellas conozcan a fondo el proyecto y puedan participar activamente e intervenir en su modificación.
Esta constituye la posición de la Red frente a la propuesta de ley forestal o ley contra la diversidad biológica y cultural.
Reserva Natural de la Sociedad Civil de la cuenca baja del río Sinú (Asprocig) Como estrategia para la defensa del territorio A raíz de las iniciativas de conformación de áreas de reservas naturales de la sociedad civil (RNSC) en la cuenca baja del río Sinú, a través del SINAP y la alcaldía de Santa Cruz de Lorica, Asprocig emprende una campaña sobre la declaraciones de áreas de reservas de la sociedad civil en su área de influencia a mediados del año 2004, en los municipios de Lorica, San Antero, Purísima y San Bernardo del Viento, habiéndose caracterizado tres reservas en esta primera fase. Frente a una situación manifiesta de perdida de la biodiversidad en la zona, de problemas estructurales en la tenencia de la tierra con su consecuente presión sobre los recursos naturales y la intromisión de organismos y semillas mejoradas, sumados a las dificultades operativas de las autoridades ambientales y de control del estado. Se planteo la creación de las reservas naturales de la sociedad civil en Asprocig conjuntamente con sus organizaciones comunitarias de base planteo para el año 2004, la caracterización de cuatro reservas de la sociedad para su posterior registró ante parques nacionales. Estas reservas están ubicadas en: Cuchilla de Cispatá en el municipio de San Antero, San Sebastián municipio de Lorica, Arroyo Hondo en el municipio de Purísima, caño de la Vuelta en el municipio de Lorica. Con la creación de estas reservas se presentan a continuación algunos principios para el desarrollo comunitario sustentable: • Se promueve la biodiversidad expresada en todas sus manifestaciones de acuerdo a la implementación en agroecosistemas sustentables (patios, parcelas y proyectos colectivos) expresadas en la parte biológica, genética, paisajística productiva y cultural. • Con la implementación de los patios, parcelas y proyectos productivos en acuicultura alternativa ligados a las reservas naturales de la sociedad civil, se promueve una autosuficiencia alimentaria, energética, tecnológica, económica etc. Estas prácticas implican la mínima dependencia de insumos externos. • Equidad productiva de recursos, de participación, entre hombres y mujeres. • Con la implementación del sistema solidario de comercialización de productos Agroecológicos, se logra la justicia económica principalmente en relación a obtener precios justos para los productos comercializados por la comunidad involucrada, donde se logra abolir el intercambio desigual entre las comunidades y los mercados donde se evita el intercambio desigual que ello desencadena entre las comunidades y la naturaleza. • Con la integración de seis grupos de plantas y animales en los agroecosistemas ligados a las áreas de reservas naturales de la sociedad civil se logra mejorar la calidad de vida. • Disminuir los niveles de pobreza mediante el desarrollo de prácticas de conservación y producción agroecológica. |
[1] Director Ejecutivo. Asociación Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil. C.e: oscaralzate@rednatur.org.co
[2] Comentarios al texto definitivo para segundo debate al proyecto de Ley número 264 de 2004 -Cámara de Representantes-, por medio de la cual se expide la Ley general Forestal. Gaceta del congreso año xiv - no. 353, lunes 13 de junio de 2005. Manuel Rodríguez, y otros incluida la Asociación Red Colombiana de Reservas naturales de la Sociedad Civil.
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