Las comunidades indígenas y campesinas poseen valiosos conocimientos, transmitidos por tradición oral, los cuales les han permitido pervivir en el tiempo y en el espacio, trascender su saber cultural y ancestral, además de tomar decisiones en las actividades productivas y la protección de las fuentes de vida de los territorios. Este proceso sobre bioindicadores es un piloto de establecimiento de un sistema de alertas agroclimáticas tempranas participativas (SAATP) que se realiza con organizaciones y familias de custodios indígenas y campesinos de la cuenca alta del río Cauca.
Las familias participantes son las que determinan cuales son los aspectos de mayor relevancia para hacer el seguimiento, registro y análisis y como se debe convalidar la información y cruzarla con los datos aportados desde los conocimientos técnicos y científicos. En esta zona, la cuenca alta del río Cauca, se presentan características ambientales, geográficas, socioculturales y territoriales especiales, que la hacen un territorio estratégico, de importancia hídrica y preservación de la vida en todo su contexto, la diversidad étnica y cultural y la construcción de espacios para la convivencia, la armonía, el respeto y el fortalecimiento político organizativo entre los actores sociales.
El cambio climático y la variabilidad climática son fenómenos que se presentan a nivel mundial y nuestros territorios no son la excepción, las comunidades indígenas y campesinas milenariamente han venido ejecutando actividades de conservación y preservación ambiental y aplicación de métodos tradicionales de siembras, guiados por sus conocimientos y por las experiencias transmitidas de generación en generación, las señales naturales. Los bioindicadores son elementos importantes para la toma de decisiones frente a los cambios de climas y los calendarios culturales de las cosechas.
La soberanía y autonomía alimentaria están en riesgo debido a los cambios del clima y las vulnerabilidades de los territorios y las comunidades, pero también se convierte en una potencialidad para fortalecer algunas medidas de adaptación al cambio climático y promover diálogos de saberes entre los expertos en clima a nivel nacional e internacional, los profesionales dedicados al tema de la agricultura y los custodios(as) de semillas.
El grupo de custodios de semillas está compuesto por 81 familias inicialmente y se priorizaron algunas para hacer el proceso de monitoreo en las parcelas de investigación en los resguardos indígenas de Quintana y Poblazón, las comunidades campesinas de Pisojé, El Hogar, Santa Elena, las organizaciones campesinas de Asocampo y Asoproquintana, ubicadas en la subcuenca del rio Piedras, del municipio de Popayán y el Resguardo de Puracé, del municipio de Puracé-Coconuco. Estos se encuentran ubicados en la zona centro del departamento del Cauca y hacen parte de la estructura de la Asociación de la Cabildos Genaro Sánchez Zona Centro, del pueblo kokonuko.
Los conocimientos tradicionales se trasmiten entre generaciones, las familias de los custodios de semillas, con base en los criterios de credibilidad, influencia y frecuencia, seleccionaron 53 bioindicadores por su importancia. de estos se priorizan doce para hacer observación, registro, seguimiento, monitoreo, sistematización y convalidación comunitaria.
Las familias en su gran mayoría hacen uso del sistema de tradición oral, muchas no tienen una formación académica, pero tienen los conocimientos, las capacidades y la experiencia, que mantienen vivas las culturas, transmiten la sabiduría de los mayores, que milenariamente han habitado estos territorios. Las familias registran datos por escrito y de manera cronológica, para hacer el seguimiento y monitoreo. La tradición oral ha sido uno de los métodos más importantes de es uno de los insumos más importantes para el desarrollo de este proceso y el aporte del equipo técnico y profesional es también importante en el diálogo de saberes. Las observaciones registradas por parte de las familias de custodios y custodias son importantes y son la herramienta piloto para hacer análisis, convalidación, dialogo de saberes y toma de decisiones, con el objetivo final de generar alertas tempranas, disminuir pérdidas en los cultivos y fortalecer la soberanía y autonomía alimentaria.
Las tijeretas no tuvieron ningún registro de observación, en ninguno de los meses trabajados. Este bioindicador se debe revaluar para su seguimiento y monitoreo, pero también podemos concluir que no se registran observaciones en lo corrido de este primer semestre, no podemos descartar a las tijeretas, creemos que es posible que se registre alguna observación durante el segundo semestre y aporte una valiosa información. |
El toro pitador, era uno de los bioindicadores que se decía que no tenía suficientes elementos culturales ni técnicos para hacer un seguimiento y monitoreo, debido a que el clima tendría variaciones dependiendo de la posición hacia donde estuviera ubicado al momento de pitar, este bioindicador tuvo diecinueve observaciones en todo el territorio en donde se desarrolla este piloto, la frecuencia puede ser válida, aunque no hay datos precisos de su ubicación, vale la pena evaluar y analizar los datos, para poder hacer un seguimiento más exacto que genere la claridad y credibilidad suficiente, resaltando que si los custodios lo registran es porque tiene relación con alguna predicción climática, tal como lo han enseñado los mayores que tienen ese saber ancestral.
La lombriz loca y brincona tuvo un total de cuarenta y cuatro observaciones registradas por los custodios y custodias, pero el número más alto de observaciones (veintinueve) se presentó durante el mes de mayo de 2013 en la parcela del huerto botánico del cabildo de Puracé. Ese número muestra que casi todos los días del mes hubo presencia de este bioindicador, lo cual no es común ni coincide con la presencia y avisos que nos brinda, hay que analizar para determinar si hubo alguna equivocación con los datos o se trataba de otro tipo de lombriz o tal vez por las diversas actividades y la fertilidad de la parcela pueda haber presencia en varias épocas del año. La tarea es seguir haciendo análisis y comparar con otros meses y otras observaciones registradas en las demás parcelas.
La parvada de golondrinas en mayor o menor número, nos muestra catorce observaciones a parvadas superiores a cincuenta aves y doce para parvadas de menos de cincuenta aves, coincide con lo que ha venido ocurriendo de manera general en los meses de marzo a junio, ya que el clima ha sido estable y no ha habido ocurrencias de periodos de lluvias o veranos intensos, también coincide con el Ideam que predijo que se presentaría clima neutro. Los custodios(as) han determinado de manera aproximada las cantidades de golondrinas en mayor o menor número que recorren los territorios, lo que puede dar mayor claridad al momento de hacer el análisis y validar la información. |
El paletón ha sido observado y han escuchado su canto especialmente en la zona de paramo, 5 registros parecerían pocos pero son muy dicientes y aportan información precisa sobre la ocurrencia de lluvias en estos sectores y predicen cuando va a caer paramo. De acuerdo a los registros de lluvias muy es confiable este bioindicador.
El cerro Puzna se nubla y el humo del volcan baja: Son los dos bioindicadores que más sucesos registraron por parte de los custodios con un total de 47 y 49 observaciones, es una alta frecuencia durante el seguimiento, sin embargo no se presentaron lluvias que era lo esperado. Es necesario profundizar el análisis y también es válido tener en cuenta que el clima es muy local, por lo cual las observaciones del cerro Puzna vistas desde la parte alta del resguardo de Puracé, no puedan coincidir con lo que ocurra en la zona media y baja del territorio de Quintana y sectores campesinos.
La observación de la luna llena con el anillo blanco se presentó una sola vez, al igual sucedió con la luna llena con el arco iris a su alrededor, estos dos eventos se presentaron durante los meses de Marzo y Abril de 2013, indicando cambios del clima tanto para invierno como para verano, es necesario anotar que la frecuencia es muy baja sin embargo coincide lo ocurrido con las precipitaciones para los meses mencionados.
En la zona alta de Puracé hacen dos observaciones de bioindicadores: El toro pitador que indica que habrá días con tiempo seco y el humo del volcán Puracé baja y el cerro Puzná se nubla, que indican presencia de lluvias, como efectivamente se puede verificar en los datos de precipitaciones.
Para el resguardo de Quintana se presentaron lluvias muy escasas, por lo que se determina que hubo tiempo seco en la mayoría del mes, sin embargo el único bioindicador observado (El cerro Puzná se nubla), pronosticaba que se presentarían lluvias, este dato hay que verificarlo y tener en cuenta si otras personas pudieron observar otros bioindicadores que puedan coincidir para validar los registros, ya que efectivamente desde julio a septiembre se presentaron muy pocos días con lluvias, y en general predominó un tiempo seco.
Es necesario tener en cuenta que el mes de septiembre es un mes donde normalmente se presentarán lluvias, por lo tanto es un periodo de siembras de acuerdo a los calendarios de las comunidades, teniendo en cuenta lo ocurrido con la variación del clima, los terrenos no fueron preparados en este tiempo y las familias que lo hicieron se encontraron con la dificultad de que la tierra no tuvo suficiente humedad para que las semillas tengan germinación adecuada y obtener buenos resultados en las cosechas.
De acuerdo a la información de las familias custodias de semillas, muchas de las siembras debieron hacerse a principios del mes octubre, presentando cambios en los tiempos previstos para el desarrollo de las labores agrícolas culturales, el hecho de que no se presenten lluvias en las primeras semanas del mes de septiembre, tiene implicaciones porque una de las necesidades en las parcelas es la disponibilidad de agua, ya que no hay medidas de adaptación para las cosechas de agua. En esta época Los cultivos de arveja y el frijol de año, presentaron pérdidas, al inicio hubo tiempo seco y en las semanas posteriores se presentaron lluvias en la época de floración.
Con referencia a los pronósticos internacionales de la NOOA y a nivel nacional del Ideam para este trimestre se presentaría un periodo de clima neutro y normal, sin embargo los registros de bioindicadores pronostican en alto porcentaje que se presentarían lluvias, situación que no ocurrió y se puede evidenciar en el registro de datos de precipitaciones.
Para el caso de la zona alta del Resguardo de Puracé hay demasiadas observaciones (veintiséis) de uno de los bioindicadores físicos: el humo de las fumarolas del volcán bajan, lo cual pronostica periodos de lluvia, pero al observar las precipitaciones registradas, estas fueron bajas o sea que no encontramos ninguna coincidencia, es por ello que hay que hacer análisis con las comunidades para determinar si este indicador cumple con los criterios establecidos.
Hay que evaluar y determinar con las comunidades cuales de los bioindicadores nos brindan información más precisa, a partir de la convalidación de los conocimientos culturales y ancestrales. Teniendo en cuenta estos registros, durante el trimestre octubre, noviembre y diciembre 2013, se presentaron para 2013 un total de veintiocho observaciones de bioindicadores de verano y noventa y nueve de invierno.
Los pronósticos del clima del Ideam para el último trimestre del 2013 fue que se presentarían lluvias por encima de lo normal, lo cual podemos comprobar en la zona con los registros de precipitaciones, especialmente para los meses de octubre y noviembre y es por eso que muchas de las siembras se hicieron en este periodo y no a principios de septiembre como culturalmente se tiene programado.
En la zona alta de Puracé, se han registrado varias observaciones respecto a dos bioindicadores físicos: el humo de las fumarolas del volcán baja y el cerro Puzná se nubla, pronostican periodos de lluvia y coincide con las precipitaciones registradas, especialmente en el mes de octubre y noviembre, teniendo en cuenta lo ocurrido hay que hacer un análisis para determinar si estos indicadores físicos cumplen con la influencia y credibilidad, dado que si se presentan mucha frecuencia en las observaciones.
Para el caso de la zona del resguardo de Quintana los custodios hacen tres observaciones de hormiga voladora, lo cual predice que se presentaran lluvias y efectivamente esto coincide con los registros de precipitaciones, igualmente se hacen cuatro observaciones del bioindicador el cerro Puzná se nubla, lo cual indica que se presentaran lluvias en la zona, lo que permite evidenciar que para estos casos las observaciones registradas tienen credibilidad y las comunidades las pueden tener como referencia para tomar decisiones.
En el mes de diciembre el custodio Fernando Gurrute del resguardo de Quintana, registra que el volcán Puracé amanece con nieve, este bioindicador no está identificado ni priorizado, pero vale la pena analizarlo ya que podemos asociarlo con las temperaturas mínimas que se presentaron para ese día en el sector de Puracé que fue de dos grados centígrados, cuando esto ocurre posiblemente caen heladas y afectan los cultivos, especialmente en las zonas de páramo, situación importante que debe tenerse en cuenta en épocas de verano del mes de agosto y que indica que se deben tomar algunas medidas para control de la chamusquina o las heladas, especialmente para los cultivos de papa.
Las observaciones de bioindicadores para estos tres primeros meses del año nos indicaron una alta probabilidad que se presentaran lluvias, pero algunos de los indicadores como el caso del toro pitador, a pesar de que la frecuencia baja nos indicó que se presentaría tiempo seco y efectivamente para estos meses las lluvias fueron escasas según los registros de las precipitaciones.
A nivel nacional el Ideam pronosticó para estos meses, es que se presentaría un periodo de lluvias por encima de lo normal y a nivel internacional se manifiestó que se presentaría un periodo neutro, es decir que no habría presencia de fenómeno de niño o niña, de acuerdo a los cambios previstos en el pacifico sur.
Para toda la zona de emitieron boletines sobre los posibles incrementos en las lluvias, lo cual pueda afectar los cultivos y generar en otros riesgos naturales asociados. Esta información se socializo y se trabajó en las comunidades, sin embargo según los registros de precipitaciones encontramos que hubo datos que doscientas mml/mes, lo cual está considerado un volumen por debajo de lo normal, aunque no se cuenta con datos históricos de precipitaciones a nivel de las parcelas de custodios de semillas, puesto que este seguimiento y monitoreo es un piloto y se está llevando a cabo desde hace un año.
Los pronósticos a nivel internacional de la NOOA, nos dan una alerta que se presentara fenómeno del niño para los trimestres posteriores al mes de junio de 2014, esto quiere decir que se presentara tiempo seco y escasas lluvias que afectaran los diferentes cultivos, por esta razón a nivel local es necesario continuar con el seguimiento, monitoreo y convalidación de los bioindicadores, de tal manera que les permitan a las comunidades tomar decisiones no solo sobre los periodos de cosechas, la selección de las semillas y también fortalecer las medidas de adaptación frente al cambio y a la variabilidad climática, especialmente lo relacionado con las cosechas de agua lluvia y otros métodos que permitan almacenar agua, para la zona de paramo nos pueden alertar sobre posibles heladas que afecten los cultivos de papa. La observación, registro, análisis de los bioindicadores, las cabañuelas, precipitaciones, pronósticos nacionales e internacionales, se analiza y se hace una validación participativa que permita tomar decisiones útiles para generar alertas tempranas en las comunidades. Estas alertas deben ir ligadas a unas medidas de adaptación en los sistemas productivos tradicionales, se deben mirar los requerimientos en cada parcela y de esta manera hacer las adecuaciones necesarias y buscar el apoyo técnico y financiero, canalizando las potencialidades de las comunidades y los esfuerzos propios.
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