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Experiencias locales

El Proceso Campesino Popular de la Vega grita: ¡Somos agua de esta tierra!

Proceso Campesino Popular de la Vega - (PCPV). , Colombia, Diciembre 22 de 2016, Este artículo ha sido consultado 2595 veces

El Proceso Campesino y Popular del municipio de La Vega –PCPV-, construye día a día, surco a surco, fuente a fuente, semilla a semilla, de reunión en reunión, mandatos populares, política popular y leyes de pueblo.


“Decían los que ya no viven: el agua se venderá por peso y el aire por medida” Patrocinio Gómez (Q.D.E.P).

 

Conocer las políticas del despojo que encuban las relaciones capitalistas, es un reto permanente para las dinámicas populares que pretendan distinguirse y negarse al accionar odioso que busca expropiar las condiciones materiales y espirituales de vida de las comunidades.

Nuestro compañero Humberto Cárdenas Motta, desterrado por el accionar criminal estatal, en su interpretación de la vida del PCPV, escribe en su texto Las Voces de las Semillas[1]: “¿Cuál es el lugar de quien pregunta dónde queda este lugar? ¿Son éstos los lugares donde habita el olvido? ¿El pensamiento que mira este lugar qué pensamiento es? ¿Es el pensamiento de quién? Cuando unos seres habitantes de este lugar dicen “somos agua de esta tierra”[2], ¿de qué lugar hablan? Cuando seres de estos lugares dicen “la muerte es un cauce seco[3], ¿cuál es el lugar de los seres que hablan? Cuando seres de estos lugares dicen “crecer como un río”[4], ¿quiénes son estos seres? ¿Por qué los seres de estos lugares se narran a través del agua? ¿Qué sería de estos lugares sin estos seres? ¿Qué será del agua? ¿Tierra y agua pueden existir sin estos seres que con el agua dicen somos, crecer, morir? ¿Es “La guerra por el agua”[5] parte de esta historia, de estos Andes, de estas luchas? ¿Por qué se crece como un río? ¿Cuál es la muerte que es un cauce seco?”

En el transcurso del trabajo, recorriendo el trazo de las voces de los seres de la resistencia para resaltar las dimensiones política y simbólica de esta experiencia, podrán reconocerse, básicamente, cuatro fases de trabajo organizativo que el PCPV ha impulsado:

La primera fase, un trabajo de participación política centrado tanto en el tema de las juntas de acción comunal, Asocomunal, como también en el de la generación de un proyecto de administración municipal y participación electoral, movimiento comunal.

Una segunda fase, impulsa un énfasis en los procesos productivos, de intercambio y de consumo, en el marco de los conceptos de autonomía y soberanía alimentaria; con este énfasis se busca la “transformación de las formas de producción en el campo para mantenernos en el territorio”, haciendo de cada día una lucha histórica, trayendo en cada amanecer la construcción de esa sociedad posible y en cada atardecer materializado parte de ese sueño, apalancando procesos de trasformación social integral.

En una tercera fase se viene impulsando un proceso de coordinación de las organizaciones populares del suroccidente colombiano, en el cual el énfasis en lo productivo se mantiene como puesta en práctica de una concepción de unidad respetuosa y desfetichizada de unanimismos; un eje de trabajo para el impulso de procesos formativos y organizativos de las comunidades. “Trabajo local con pensamiento universal”.  

Una cuarta fase para construir organización con base en necesidades vitales, se ha encontrado en la política popular de defensa del agua como mecanismo contra la política minero energética que pretende dominar en nuestros territorios.

 

¡Eso hacemos!

Construir soberanía como capacidad propia de mantener o recuperar las condiciones materiales de vida que han gestado nuestra cultura campesina. Construir territorio. Como lo dice Humberto: “Los territorios de las comunidades son los lugares en los que sus prácticas y saberes se constituyen en diálogo con los seres de la vida en las dinámicas de su cotidianidad.” “Son los espacios por dónde camina la palabra de esas comunidades”[6]

El PCPV, es un intento amado, parafraseando a Silvio, de generar nuevos métodos de educación popular, métodos nuevos de un viejo reto: formarnos. Métodos en los que de campesino a campesino, en diálogo comunidad - expertos, donde el campesino, el indígena, el poblador, el negro agricultor o barequero toma la palabra, sienta su posición y la discute con el intelectual comprometido. Y donde éste se ve obligado a hacer el proceso de aprendizaje conjuntamente sin agendas sobrepuestas, sin agendas en que unos tiempos se consideren de más importancia que otros.

La apropiación colectiva e integral del territorio es nuestro enfoque de política popular con que damos contenido a nuestra lucha por la legalización de las Zonas de Reserva Campesina. Siendo ésta figura territorial uno de los principales factores de la lucha por el reconocimiento de los derechos políticos del campesinado.

Para que estos derechos sean conquistados en su integralidad, la defensa y protección del territorio se asumen como un deber de hoy.

Por eso hemos declarado que nuestro macizo colombiano debe ser un territorio para la preservación de la diversidad biológica y cultural, un territorio que no haga parte de la política extractivista minero energética que impulsa el Estado colombiano. Esta es la cuna del agua, aquí nacen los cuatro grandes ríos en lo que el capital ha denominado como un ecosistema estratégico: los ríos Cauca y Yuma o río de la Magdalena pertenecientes a la cuenca del Atlántico, que por las regiones que recorren le dan agua al 70 % de los acueductos colombianos; el río Caquetá de la cuenca del Amazonas, que es el gran río Japurá de los brasileros, y de otras fuentes del macizo se forma el gran río Patía, el más importante en términos fisicoquímicos en toda la cuenca del océano Pacífico en las tres Américas. Hablamos desde la majestuosidad de este territorio, para defender un medio natural absolutamente importante para la humanidad. Tarea que un puñado de hombres y mujeres venimos realizando desde hace 29 años, ya que somos parte de la cuenca alta del río Patía.

Según pretende el Estado colombiano, el 80 % de los territorios de ésta región serán dedicados a actividades extractivistas a gran escala. Para eso está la esencia de estas comunidades maciceñas, que con dignidad, verraquera y coraje, logran concentrar esa energía de aquellos hombres y mujeres que no nacieron para ser esclavos, y que día a día luchan contra todo lo que pretenda arrebatarles las condiciones materiales y espirituales de la vida que han gestado.

 

La verdad de los pueblos no es otra que la lucha popular, no la esperanza mutilada por las leyes del despojo

La defensa integral del territorio ha implicado un accionar consiente y colectivo, con la persistencia que se adquiere al amar el tiempo de los intentos. Así se avanza en el fortalecimiento del proceso organizativo, en el hermanamiento entre comunidades campesinas e indígenas y en las estrategias para contrarrestar las políticas de despojo impulsadas por el gobierno, que desde el año 2003 incrementó su interés por implementar proyectos de explotación minera en el municipio de La Vega, donde se han otorgado 12 títulos y 103 solicitudes para extracción de oro y metales preciosos y un gran bloque de área estratégica minera que recientemente fue tumbado por la Corte Constitucional.

 

“Si el macizo vive, vivimos todos (as), porque allí vive el agua. No a la minería en nuestro territorio”. 3ra marcha por la vida y por el agua.

 

El asedio de las multinacionales mineras se ha dado a lo largo de estos años mediante la cooptación de la comunidad, empleos temporales, presencia militar, captación del agua, apertura de vías, falsas expectativas de desarrollo que parecen sustituir el Estado, durante las etapas de relacionamiento comunitario, prospección y exploración superficial y profunda, con el propósito de avanzar hacia la etapa de explotación de dos grandes megaproyectos:

  • Dominical que abarca 26.000 hectáreas, donde ya se realizaron actividades de exploración por parte de la Continental Gold, filial de la Anglo Gold Ashanti.
  • La Custodia que abarca 3.625 hectáreas, perteneciente a la empresa Carboandes, quienes realizaron actividades de exploración a gran profundidad, construyendo campamentos y dando apertura a una vía de acceso.
  • Y la construcción de una hidroeléctrica a filo de agua sobre el río Putis, que se sospecha será la que generará la energía que necesitan en dichos megaproyectos.

Aunque desde las comunidades se ha detenido en gran medida la incursión de las grandes empresas mineras, existe la presencia de los autodenominados “pequeños” mineros[7], quienes vienen generando graves afectaciones ambientales por la extracción ilegal de oro de socavón en la parte alta de las montañas y con retroexcavadoras sobre los ríos Pútis y Pancitará. Actividad que no ha sido contrarrestada por las autoridades competentes, y que por el contrario pretende ser legalizada para abrirle la puerta a la gran minería. Lo anterior cobra mayor sentido si se tiene en cuenta que entre el Ministerio de Minas y Energía y la Corporación Autónoma Regional del Cauca - CRC[8], se firmó el convenio CG-149, que caracterizó 985 Unidades de Producción Minera UPM en el Cauca y 28 en La Vega, que en una segunda etapa buscan formalizarlas cambiándoles el carácter de ilegal por informal. Es decir, quitándoles de la responsabilidad por las afectaciones que están ocasionando.

Esta situación genera enorme preocupación, porque si bien la CRC ha manifestado que en el macizo las UPM no son susceptibles de formalizar, también ha dicho que las existentes quedan en un proceso de regularización, que en el fondo, obedecen al mismo propósito, legalizarlas. Además, con el decreto 480 de 2014 se le daría al ya “pequeño minero legalizado o formalizado” la posibilidad de ser objeto de subcontratación por las grandes empresas dueñas de los títulos. En otras palabras, la legalización de los pequeños mineros, es la estrategia de avanzada de la gran minería. Además, no es posible concebir como la tercera parte del presupuesto del Conpes Macizo, el cual buscaba su aprobación, estuviese destinado a la formalización de la pequeña minería.

Puede comprenderse entonces como la lógica extractivista incide en las políticas institucionales y como trata de permear la vida comunitaria, generando graves conflictos socio ambientales[9] y reconfigurando el territorio a la medida de sus intereses, que como recordamos, comienza con la llegada de mineros foráneos persuadiendo comunidades para que cambien sus semillas por alimentos comprados, su tiempo por el horario de un patrón, sus fuentes de agua limpia por corrientes contaminadas, su alma y su vocación de campesino por la de un minero desconocido.

Es por eso que hemos diseñado mandatos populares y ejercido acciones de control y protección territorial como: expulsión de mineros ilegales, retiro de dragas del río, confrontación a multinacionales; simbolización del territorio demostrando a los que dañan nuestras montañas y nuestras quebradas, que éste tiene guardianes y querientes; marchas por la vida y por el agua, movilización para exigir la demolición de una tolva que hacía parte de una infraestructura minera que desarrollaba actividades, afectando la laguna el Guambial que surte de agua a 15.000 campesinos de cuatro corregimientos; apropiación integral y colectiva de las micro cuencas.

Tomar el destino en nuestras manos, nos ha llevado a recordar siempre que el agua es el mapa secreto de nuestra memoria; que las semillas en manos campesinas son la vida y el saber y si nos las dejamos quitar perderemos poder, por eso empezamos a abrir trocha en una propuesta de una escuela de puertas abiertas, que se realiza cada año en la finca de una familia campesina, donde el saber colectivo concluya en el quehacer diario desde el sembrar, cultivar, contemplar y cosechar.

Éste es el reto permanente de los encuentros “Amolando sabiduría”[10], donde los campesinos y campesina recuperamos el saber y la confianza de una producción de alimentos saludables; esa credibilidad la lograremos si en cada parcela demostramos que la producción orgánica es más económica, segura y productiva, que nos libera de la dependencia del mercado. Es una forma de vida entendida desde el principio de la soberanía alimentaria, la recuperación de semillas nativas, la cocina para la autonomía, la defensa de la economía campesina, la concepción del campesino como sujeto con prácticas culturales y tradiciones propias.

 

¡Si el macizo vive, vivimos todos, porque aquí vive el agua!

 

Proceso Campesino Popular de la Vega - (PCPV). 

 


[1] Motta, Cardenas, Humberto. 2005. Las voces de la semilla. S.E.

[2] Título del video realizado por el equipo de producción audiovisual de Asocomunal La Vega, Santa Rita. Guión y dirección Willington Ordóñez.. 2005

[3] Historias del Agua I. La muerte es un cauce seco. Video producido como parte del proyecto “Materiales culturales del Macizo Colombiano y Sur del Cauca” (1998), en el marco de los acuerdos del gobierno nacional con la II Movilización de las Comunidades del Macizo Colombiano y Sur del Cauca, 1996.

[4] Historias del agua II. Crecer como un río. 1998. proyecto Materiales culturales del Macizo Colombiano y Sur del Cauca”. Acuerdos del gobierno nacional con la II Movilización de las Comunidades del Macizo Colombiano y Sur del Cauca, 1996.

[5] “La guerra por el agua” hace referencia a los acontecimientos de la lucha de resistencia en Bolivia frente al capital transnacional que tomó, bajo la figura de la concesión, la distribución del agua. Cochabamba, abril de 2000

[6] Motta, Cárdenas, Humberto. 2005. Las voces de la semilla. S.E. Pag 9.

[7] Según la ley 685- art 1. minero de pequeña escala o pequeño minero. Es la persona natural o jurídica que realiza la actividad minera individualmente, en grupos, comunidades, organizaciones economía solidaria o asociaciones en un área de hasta cincuenta 50) has. para metales preciosos no supere 20.000 m³/año en minería subterránea y 150.000 m³/año en minería a cielo abierto.

[8] Autoridad ambiental del departamento del Cauca. Encargada de promover y propiciar el desarrollo sostenible a través de la administración de los recursos naturales renovables y del medio ambiente, comprometiendo en este proceso a los actores sociales en el departamento del cauca. En línea: http://www.crc.gov.co/index.php/quienes-somos/mision-y-vision.

[9] Documental. Pueblo Macizo. Comunidades en resistencia a la minería: https://www.youtube.com/watch?v=qQ77cr3p9Lo

[10] Senderos de Autonomía. Documental completo: https://www.youtube.com/watch?v=nWut0fDMEqc.

Publicado en Diciembre 22 de 2016| Compartir
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